En los últimos días volvió el clásico de todos los veranos a la ciudad, pero para aquellos que viven en el centro, con la sorpresa de una enorme cantidad de arena que empezó a filtarse entre las tuberías hogareñas.
No es la primera vez que pasa, es un problema habitual del servicio menguante que ofrece la empresa Aguas Bonaerenses, que no ha acompañado con inversiones suficientes el enorme crecimiento demográfico del distrito en más de una década. Habría caños con más de 50 años de antigüedad en la zona céntrica que, según circuló, no compatibilizarían con la presión que le imprimen al agua los sistemas modernos de bombeo y eso genera los recurrentes problemas de muchos usuarios para tener suministro o una presión normal en sus hogares. Sin embargo, lo sucedido los últimos días con el servicio de agua corriente, ha sido un escalón más arriba en las molestias y uno más abajo en la calidad del servicio.
No fueron pocos los hogares que han notado una enorme cantidad de arena en sus cisternas, cañerías y tanques. Las obstrucciones llegan a todas las instalaciones, provocadas principalmente porque hay largas horas donde baja la presión y deja de haber provisión de agua, en esas horas, se nota que en los recipientes quedan rastros de arenilla.
Hace poco trascendió el nuevo director de Defensa al Consumidor del Municipio, su nombre es Cristian Lucero y dijo durante una entrevista en la Radio Municipal, que ha mantenido junto al Intendente Mauro García reuniones con la empresa prestataria y que hay inversiones en camino para ir mejorando. La empresa sí ha realizado fuertes inversiones en la planta local, en lo que refiere al tratamiento del agua de cloacas, para su vertido final.
Los temas a resolver, son los de las pérdidas generales, la vieja infraestructura y lo mencionado en esta nota. ¿Será esta vez que empiecen a resolver estas cuestiones? Lo que está claro, es que con los costos actuales para el servicio, no debería haber peros a la hora de dar explicaciones.