El secretario de Gobierno sufrió un infarto cuando entrenaba en su casa el pasado sábado 8 de febrero y fue llevado de urgencia a la clínica Güemes de Luján, donde "sufrí un paro cardíaco de cinco minutos y los médicos me revivieron y salvaron".
El funcionario contó a La Posta que "fue clave mi estado físico porque suelo entrenar, pero la genética manda", y reveló que en su familia ya hay antecedentes de infartos "en mi línea paterna después de los 50 años de edad, y yo tengo 52".
En la clínica, a Ghirardi le practicaron una angioplastía y le colocaron dos stents. Estuvo una semana internado y luego continuó su recuperación en su casa, aunque deberá hacerse más estudios médicos de control y mantener reposo por algunas semanas más hasta reintegrarse a su labor en la Comuna.
Habrá que ver que hábitos deberá cuidar, reforzar o mutar el funcionario, desde el estrés lógico que seguramente trae su actividad política y laboral, hasta la exigencia física de las actividades que venía practicando, como calistenia, entrenamiento funcional y con pesas.