Ambas están ubicadas sobre la Avenida Bernardo de Irigoyen a pocos metros de distancia. Las inspecciones las realizó la Secretaría de Control Urbano entre el martes 17 y miércoles 18 de marzo.
El martes 17 de marzo se llevó a cabo una inspección en la pollería "Pipí Cucú", donde se detecto falta de documentación y malas condiciones higiénicas y sanitarias con "olor nauseabundo" y zonas de trabajo con suciedad, además de productos sin rotular.
Alrededor de las 9 horas del miércoles 18, se llevó a cabo el procedimiento sobre la fiambrería y granja "Picado Fino", que está junto a la pollería. Los motivos de la clausura fueron la falta de libreta sanitaria, falta de medidas de seguridad (matafuegos vencidos) y de la boleta de procedencia de la mercadería con los sellos de control bromatológico correspondiente, además de encontrarse también falta de higiene en general.
En tanto, en la carnicería "Tienda de Carnes", la clausura se realizó por haber hallado en la inspección mercadería en mal estado. Según pudo averiguar La Posta, la inspección se realizó a raíz de una denuncia de una vecina que aseguró haber comprado un corte envasado al vacío que se encontraba en mal estado y con feo olor. Al revisar el lugar, se comprobaron graves faltas de higiene. Fuentes consultadas comentaron que se encontró "carne sin la temperatura adecuada, tachos con agua con lavandina que contenían pollos y cortes de carne en su interior, y cajones de achuras en el piso fuera del frío". Además, también habrían hallado cortes envasados sin fecha de corte ni de vencimiento.
Se espera que los comercios clausurados presenten toda la documentación que corresponde para que se apruebe una nueva inspección que permita constatar si regularizaron su situación y pueden volver a funcionar nuevamente.