Se trata del mediocampista Nicolás Pérez, quien, además de atender su kiosco, abrió las puertas de su casa para ayudar a los más necesitados de su barrio.
Nicolás Pérez nació hace 25 años en Loma Hermosa y el año pasado llegó a Atlas procedente de Central Ballester. En este momento difícil que está atravesando la sociedad, el futbolista se sacó los botines y, junto a su familia y un amigo, puso en marcha un merendero para ayudar a los que más lo necesitan.
En diálogo con el diario deportivo Olé, Pérez contó cómo surgió la idea: "Hace un tiempo, con mi hermana habíamos empezado a hacer algunas cosas para ayudar a los más necesitados, dándoles algunas meriendas. Pero ahora, con toda esta situación, junto con un amigo pensamos en hacer algo más grande y comenzar a recibir donaciones de alimento y hacer comidas. Yo vivo junto a mi pareja y mi nene, pero tenemos a mi familia y mucha gente que nos da una mano para preparar todo y recibir a los que la están pasando mal".
Además de esta bondadosa acción, Pérez atiende -junto a su madre- un kiosco que tiene al lado de su hogar. Y hasta se arma los tiempos para mantenerse en forma para cuando vuelva la actividad futbolística, algo que, a priori, estaría muy lejano en el tiempo.
¿Cómo es el día a día del comedor y qué es lo que hace posible su funcionamiento? "Casi todos los días armamos todo, avisamos a la gente del barrio para que estén al tanto y puedan venir a buscar su comida. Un día armamos merienda, al otro un almuerzo o cena. Todo depende de lo que me donen también, aunque por suerte hay mucha gente buena que aporta fideos, azúcar... La semana pasada una persona nos donó un montón de leche chocolatada, así que todo eso sirve. Acá a una cuadra de mi casa hay una villa y todo esto viene muy bien para ayudarlos. Nos lleva mucho tiempo, pero vale la pena porque la gente te lo agradece muchísimo", relató entusiasmado.
Por último, hizo referencia a vivencias personales: "Por suerte de chico nunca me faltó un plato de comida, pero también pasamos por momentos difíciles. Si había que tomar mate cocido, tomábamos mate cocido. O si llovía a la madrugada, había que levantarse para ir con los baldes para que no entrara el agua... Es decir, uno sabe lo que es pelearla y por eso intentamos también aportar nuestro granito de arena para ayudar a los que más la sufren en estos momentos", aseguró.
[gallery columns="1" size="large" ids="62846,62844,62843"]
Fotos: Patricio Angiuli (principal) y Olé.