En el marco de la "Emergencia y alerta sanitaria", José y su esposa, ambos factores de riesgo, emprenden una olla popular tres veces por semana.
En la calle Muñiz al 800, entre Laines y Saldías, barrio Villa Vengochea, José y su esposa -con la colaboración de allegados- pusieron en funcionamiento una olla popular que ayuda a alrededor de 50 familias carenciadas.
Al respecto se refirió la cuñada de José, Alejandra, quien contó a La Posta que tanto su hermana como su cuñado "son humildes y están haciendo lo que pueden para entregar comida tres veces por semana". Además, "son factores de riesgo", explicó. "Mi hermana se dializa y mi cuñado es diabético", por lo tanto, al realizar esta acción solidaria, ambos ponen en riesgo su vida, "pero es tanta la necesidad que decidieron hacer una comida para que se lleve la gente", comentó Alejandra sobre la olla popular que tiene lugar en la puerta de la casa de la pareja (Muñiz 813) los días lunes, miércoles y viernes.
En este momento, José y su esposa necesitan ayuda de la comunidad para poder seguir con el comedor popular ya que se están quedando sin mercadería. Todo tipo de donación será bienvenida. Para ello, podés comunicarte con José al 11-3133-6285 o visitarlo al domicilio detallado con anterioridad.
¿Cómo nació la iniciativa de la olla popular?
"Ellos tenían una copa de leche en la Iglesia de la Profecía en barrio Los Troncos", comenzó relatando Alejandra, quien continuó: "Reunían como 50 chicos con embarazadas y ancianos, pero un día entraron a robar y no pudieron continuar. Recibieron poca ayuda y tuvieron que cerrarlo".
"Ahora decidieron hacer una olla popular para los que menos tienen. Empezaron con 10 familias y ahora tienen 50", afirmó. "Hacen de comer los días lunes, miércoles y viernes, aunque hace dos viernes se quedaron cortos con la comida".
A su vez, detalló cómo fue la reacción de la gente la semana pasada con las inclemencias climáticas negativas: "Pensaron que por la lluvia no iban a venir a buscar la comida, pero vinieron igual y no pudieron darles a todos porque no alcanzó. Entonces les dieron mercadería para que lo hicieran en la casa". "Muchos se quedaron sin comida", lamentó, pero, en síntesis, valoró el esfuerzo de su hermana, su cuñado y los allegados que colaboran, ya que todo lo que se cocina se hace "debajo de los árboles porque no tienen donde cocinar".
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