Fue el lunes 11 de mayo en horas de la mañana. Inspectores municipales clausuraron ocho locales que incumplían la normativa vigente por la emergencia sanitaria.
Personal de la Secretaría de Control Urbano realizó las clausuras en negocios ubicados en las calles Carlos Pellegrini, Pedro Whelan y la Av. Bernardo de Irigoyen.
Fueron tres locales de reparación y venta de celulares, dos de venta de telas, uno de reparación de televisores y estéreos, uno de venta de ropa y un bazar. Todos rubros imposibilitados de atender al público en sus instalaciones pero que igual permitían ingreso de clientes, incluso algunos pese a que tenían carteles de que hacían delivery o atendían sólo por teléfono o redes sociales.
Según se supo, a todos los comerciantes ya se los habría notificado en varias ocasiones que se encontraban trabajando en infracción y, en la mañana del lunes, se procedió a la clausura.