Christian Milatich tiene 38 años y se había ido de vacaciones por dos meses al vecino país. La pandemia lo mantuvo allí y ahora organizó una iniciativa para llevar mercadería a las familias más necesitadas.
"Si me preocupo y no me ocupo, me siento mal. Vengo de una familia pobre, no puedo ver a la gente sufrir", le dijo a Crónica el argentino que es oriundo de Rodríguez y que creó Amor y Acción, una iniciativa solidaria con la cual ayuda a la gente de las favelas y los barrios populares.
En diálogo con La Posta, comentó: "Tengo dos hijas que son rodriguenses. Mi esposa es brasileña, pero estabamos viviendo en una casa sobre la Av. Eva Perón. Vinimos dos meses de vacaciones, para pasar las fiestas, y nos agarró la pandemia acá, nos estamos quedando en la casa de mis suegros en la ciudad de Toritama, en el estado de Pernambuco".
Christian trabajó hasta noviembre en una empresa argentina pero sus ahorros ya se agotaron. "Ahora salgo a hacer pinturas, hago repartos en la moto de mi suegro, me las ingenio para conseguir el pan del día. Mientras tanto, mi esposa se queda en casa cuidando a las nenas”, dijo.
La crisis económica que generó el Covid-19 dejó a mucha gente en la calle y en ese escenario nació la red solidaria que, rápidamente, contagió a varios vecinos. "Juntamos a 30 personas", contó el rodriguense.
La ayuda comenzó en una favela llamada Belén. Luego, se terminó colaborando en otros barrios y ciudades, con ayuda de otras personas. "Esto salió en blogs de noticias y se fue sumando más gente", dijo. Y agregó: "Lo primero que hice fue ir solo a ver las casas, traté de ver quiénes eran los más afectados. La misma gente me hizo ver los lugares más vulnerables. Entré con un auto pequeño y unas 15 bolsas de mercaderia completas para donar".
Christian sale todos los sábado junto con los voluntarios a llevar alimentos al menos a dos barrios.