Un enfermero de extensa trayectoria en el Hospital VLyP elabora y dona dispensers de alcohol en gel y jabón líquido

Se trata de Eduardo Óscar Rodríguez, vecino de Villa Ángela, quien ya ha realizado por iniciativa propia numerosos trabajos por el nosocomio, como el arreglo de camillas, carros y pintura, entre otros.

La pandemia por el coronavirus nos ha traído historias de todo tipo. La que se va a contar a continuación tiene un fin solidario y sanitario, y tiene como protagonista a Eduardo Óscar Rodríguez, de 51 años, vecino del barrio Villa Ángela y enfermero en el Hospital Interzonal de Graves y Agudos Vicente López y Planes, donde se desempeña hace 29 años. Actualmente como encargado del turno mañana del sector de Enfermería en el servicio de Clínica Quirúrgica en la sala 244 del nosocomio, Eduardo tuvo una idea brillante para mantener desinfectadas las manos de todo aquel que circula en el establecimiento: desde que inició la cuarentena, cada vez que finaliza su jornada laboral, el vecino de 51 años se dirige a su hogar (a tres cuadras del hospital) y con sus propios recursos elabora dispensers de alcohol en gel y jabón líquido mecánicos de pie para donar tanto en el establecimiento sanitario como en otras instituciones transitadas del distrito. Sobre este acto de solidaridad se refirió su hija, Elizabeth, quien detalló que los dispensers se encuentran en el Vicente López y Planes, pero además en la Municipalidad, en el nuevo Complejo Hospitalario, en la Comisaría Primera, en los cajeros del Banco Provincia y en el ingreso al banco. “Y sigue realizando para seguir donando”, le contó a La Posta.“Él compra los materiales, los hierros, varillas, tuercas, resortes, electrodos, arandelas, bulones. También compra el alcohol y los deja colocados y funcionando”, añadió Elizabeth, que además explicó que su padre adquiere los recursos con su sueldo, sin recibir ayuda de nadie. Si bien el resultado final fue una serie de dispensers, la hija de Eduardo recordó: “Él estaba tratando de hacer un mecanismo para abrir las puertas, y después dijo que podría con ese mismo mecanismo hacer un dispenser de alcohol y jabón líquido mecánico para que los compañeros puedan lavarse las manos, los pacientes y familiares. De esta forma no se tiene contacto con la botella. Cuando nos dimos cuenta estábamos donando los dispensers”. “Hay en todos los pisos del hospital, dos en la guardia, en los dos pisos de clínica, en kinesiología, en hemato-oncología, en cardiología y en pediatría. Y hoy tenemos para los Bomberos Voluntarios, que estamos esperando el llamado para ir a colocarlo”, precisó.Con orgullo hacia su padre, deslizó: “Es un verdadero acto de solidaridad… El amor y la emoción con la que los realiza es admirable. Él siempre está realizando cosas por el hospital: el año pasado pintó y restauró la cocina, la oficina de enfermería y un consultorio en cirugía; y también arregló varias camillas, todo con sus recursos. Pero este acto fue más allá y lo está donando y colocando donde hay concentración de gente para que puedan desinfectarse las manos. Todo nació desde el comienzo de esta pandemia que estamos atravesando”. Y afirmó: “Él sólo quiere ayudar desde su humilde lugar”. Como resultado de este gesto, “algunas personas que lo conocen y se enteraron de la gran acción que estaba llevando a cabo y tienen comercio, le compraron un par de dispensers, y con esa plata siguió invirtiendo en materiales para seguir donando a las instituciones”, especificó Elizabeth. Hasta el día de la fecha, Eduardo tiene vendidos cuatro. “La idea de él es llegar con las donaciones a todas las instituciones”, cerró Elizabeth. [gallery columns="2" size="medium" ids="65884,65874,65882,65876,65880,65870,65862,65881,65867,65868,65865,65863,65879,65878,65877,65883,65871,65872,65875,65873"]