Mauricio Di Clemente, de 44 años, era parte de la tripulación del buque nacional Tesna Star junto a otros 20 tripulantes que quedó varado en el Caribe y que en mayo sufrió un asalto de piratas en las costas de Haití.
El regreso fue posibilitado tras arduas negociaciones entre el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos y Cancillería con la empresa Marítima Maruba. Lo cierto es que el barco debía volver a Argentina en marzo y pasó cuatro meses en el mar, deteniéndose pocos días en cada puerto del Caribe pero sin que sus tripulantes pudieran desembarcar por los impedimentos propios por el coronavirus. En ese lapso, el 17 de mayo la tripulación vivió un momento de máxima tensión cuando fue asaltada por piratas haitianos.
Cuando hubo acuerdo entre el sindicato, Cancillería y la empresa, el pasado jueves 9 de julio lograron desembarcar en Tampico, México, desde donde viajaron al Distrito Federal para luego abordar uno de los vuelos de Aero México para repatriados a San Pablo, Brasil. Desde allí, un charter los trajo a Ezeiza el día viernes 10.
Luego tocó el protocolo sanitario en Ezeiza: los revisaron y una camioneta del Ministerio de Salud los trasladó a un hotel de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, ubicaron a cada trabajador en una habitación, sin contacto con el personal ni entre ellos, para cumplir los primeros días de cuarentena.
Di Clemente, oriundo de Parque La Argentina, actualmente vive en la localidad de San Vicente. Ya se encuentra en su domicilio con su familia.
[gallery columns="1" size="large" link="file" ids="67193,67194"]