Salud Destacado 22 JUL 2020

Una paciente reveló que escapó del Vicente López por miedo a morirse por mala atención

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Lorena Camino (35) estuvo cuatro días internada con diagnóstico positivo del virus en el nosocomio provincial y, tras quejarse por la atención recibida, decidió irse al otro hospital de la ciudad. "No quiero la cabeza de nadie, sino que hagan mejor las cosas y nadie más tenga que pasar por lo que pasé yo", dijo. Y agregó: "Sentí que me iba a morir ahí".

Vecina rodriguense, Lorena comenzó a padecer síntomas gripales el jueves 9 de julio y para el sábado 11, además de tener fiebre, ya había perdido el gusto y el olfato. Contó que ese mismo día fue "un médico del SAME a revisarme y me llevó al Hospital Vicente López, donde me hisoparon y me enviaron a mi casa".

Allí, su primer reclamo: "Vivo con mi marido y mis dos hijos, no tenía lugar para aislarme sola y evitar el riesgo de contagiar a mi familia". El domingo dijo tener vómitos y diarrea. "Me sentía muy mal. Llamé a la ambulancia y nunca vino. El lunes volví a llamar y me dijeron que como no era código rojo debía seguir esperando. Me terminó llevando mi familia al Hospital esa noche".

Ya en el nosocomio, fue llevada al Pabellón Atucha, al sector para pacientes sospechosos de coronavirus. "Me hicieron esperar en una silla tres horas mientras desinfectaban un cuarto porque aún no estaba el resultado de mi test y no querían que me contagiara allí. Pasé mucho frío ahí en esa habitación. El martes al mediodía me pasaron a otra habitación, cuando se confirmó el positivo, y también sufrí muchísimo frío. Era un cuarto muy grande y apenas tenía una estufita de dos velas, esas eléctricas. Me quejé y me dieron frazadas pero por tener colocada la vía no podía envolverme bien", manifestó.

Camino, momentos antes de irse del Hospital Sommer a su casa.

Lorena además se quejó de que el médico del área no iba a monitorear su estado. También remarcó que sufría de vómitos y como es "alérgica al Reliveran" pidió otro fármaco: el Ondansentrón. "Me donaron tres ampollas del área de Oncología del Hospital y para estirarlo y que dure, me las aplicaban cuando empezaba a tener náuseas. Me lo pasaban rápido el medicamento y me quemó todo el esófago. Llegué a vomitar tanto que ya expulsaba bilis y estaba deshidratada. Cuando se terminaron las ampollas tuve que pedir por redes sociales y una enfermera de Morón me donó seis, que las fueron a buscar mis familiares. El jueves 16 no aguanté más y por la noche, sintiéndome muy mal, le pedí a mi familia que me llevara al Hospital Sommer, donde llegué deshidratada, con fiebre, con baja presión y bajo nivel de potasio, algo que podría haberme provocado una arritmia y el posterior riesgo de paro cardiorespiratorio".

Continuó su tratamiento en el nosocomio de la Ruta 24 y este martes 21 de julio por la mañana informó que se iba a su casa. "Gracias a todo el personal del Hospital Sommer por la atención, por la contención y por sobretodo, cuidar de mi salud. ¡Son todos realmente excelentes profesionales", escribió en su cuenta de Facebook.

Por estas horas, todavía hay incertidumbre sobre si el hecho le traerá consecuencias judiciales a la paciente dado que, si bien la mujer firmó un consentimiento para irse del Vicente López, el documento sólo "resguardaría" a la institución ante cualquier cosa que pudiera haberle sucedido fuera de sus instalaciones.

Fuentes consultadas por La Posta afirmaron que de todos modos ella habría "infringido la ley vigente" al irse por sus propios medios (con su familia) teniendo Covid-19 y aseguraron que "el hecho tomó relevancia provincial" y autoridades evalúan iniciar acciones legales.

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