Nació en plena pandemia con una cardiopatía congénita y esta semana se someterá a una riesgosa operación
Esta es la historia de Micaela, de 4 meses recién cumplidos. Padece canal aurículoventricular (AV) completo y síndrome de Down, y este martes deberá someterse a una intervención quirúrgica de alto riesgo. "Ella está en terapia cardiovascular y la veo cada tres o cuatro días apenas 15 minutos y a un metro de distancia o sobre un vidrio. Nosotros queremos que ella nos sienta pero con la pandemia lo único que nos queda es apoyarla así", explicó Marcela.
Micaela nació hace tan sólo 4 meses en el Hospital Interzonal Vicente López y Planes con un diagnóstico de síndrome de Down (descubierto durante la cesárea) y canal AV completo, advertido 15 días después por un aparente soplo, que luego fue descartado por una cardióloga que debió acudir acudir al nosocomio especialmente para este caso, ya que por la pandemia no había ninguno presente. "Mi nena estaba en Neonatología, bien, había entrado porque no succionaba bien y no subía de peso. A las semanas se descompensó, le dieron oxígeno y vieron que no era un soplo como pensaban", contó su madre, Marcela, a La Posta Noticias, y a la vez opinó: "Por suerte pudo venir un cardiólogo al hospital, que no había por la pandemia, aunque es lamentable que en neo no haya un cardiólogo". Cabe resaltar que el cardiólogo (Hernán Christian Freire) acudió con su propio equipo y fue abonado a razón de $3000 por la Asociación Cooperadora del nosocomio.
Tras el diagnóstico, Micaela fue derivada al Hospital General de Niños Pedro de Elizalde (ex Casa Cuna), ubicado en el barrio porteño de Constitución, para confirmar la cardiopatía congénita. "Cada quince días la tenía que llevar", señaló su madre, sin embargo, recién a sus 40 días de vida Marcela pudo conseguir que una ambulancia las lleve hacia el Hospital de Niños debido a que no pueden viajar en tren ni colectivo por la pandemia y los riesgos que podrían repercutir en Micaela. "Al día que la llevé empezó con fiebre y volvió de nuevo al Vicente López y Planes; allí, los médicos, enfermeros y personal estuvieron siempre y les agradezco enormemente por la atención y el trato hacia Mica", afirmó.
Desde hace dos meses y medio, la beba respira con la ayuda de un tubo de oxígeno y desde su nacimiento, se alimenta con sonda porque no tiene buena succión (de hecho, con 4 meses sólo pesa 3,600 kg.), y si bien -según el relato de su madre- la estaba recuperando, debieron suspendérsela hasta que pase la operación porque se cansaba mucho. "Hay veces que está sin alimentación por una hora o un día, porque al llenarse los pulmones de agua tienen que suspender la medicación. Sólo líquido, leche concentrada con proteínas y vitaminas. No pueden agregar más leche, sino propiedades", explicó Marcela. A su vez, tienen que propinarle medicamentos por bacterias en sus pulmones debido a que éstos están húmedos por la sangre de más que se deposita ahí.
En cuanto a la operación de este martes, 25 de agosto, consiste en lo siguiente: como ella nació con un solo ventrículo y no con las paredes le van a operar un paliativo, un cerclaje, en el que le aprietan un poco la válvula que da la sangre a los pulmones para que no pase tanta sangre a los pulmones sino al cuerpo, y, así, pueda tener menos gastos calóricos y pueda subir de peso de a poco.
En este sentido, Marcela argumentó: "Su canal AV es de 6 o 7 kg., así que es complicado hacerlo ahora de chiquita". Y advirtió: "Puede ser que el cerclaje no le funcione a Mica. Entonces si ven que no funciona lo que se va a hacer el martes, van a hacerle la correctora que ella necesita, que es hacerle los dos ventrículos, ponerle los dos parches".
Asimismo, mencionó que ésta es una operación riesgosa que va a ir con bomba. A partir de ello, es que en la última semana se difundió a través del grupo Uniendo Historias - Grupo de padres con hijos discapacidad de Gral. Rodríguez una campaña de donación de sangre y placas, sobre la cual, la madre de Micaela agradeció la rapidez en la recepción de dadores, aunque avisó: "Voy a necesitar más (Mica es de sangre cero positivo, por lo tanto puede recibir cualquier tipo de factor), porque post operación también necesitará placas". Y reflexionó: "Si bien quiero agradecer a los dadores y al grupo Uniendo Historias de Gral. Rodríguez por la campaña, quiero aclarar que no sólo Micaela necesita sangre o placas, hay muchos chicos que necesitan sangre por los tratamientos que se realizan".
Al tratarse de una cardiopatía congénita, la misma no tiene cura y es para toda la vida, y sobre esto aludió la mamá de Micaela, que además es madre de Lucas, Mateo y Antonella, resaltando el rol de los colectivos de padres o familiares que pasan por lo mismo: "Como madre, primero hay que aceptar que tu hijo tiene una cardiopatía, y luego tratar de buscar gente que tenga hijos que pasaron lo mismo, gente que hasta de grande les puede pasar, porque las cardiopatías se pueden detectar de chico o de grande".
Por último, insistió con la ayuda y solidaridad de la comunidad en general para la donación de sangre y plaquetas, no solo para su hija, sino para todo aquel que padezca enfermedades o la requiera, "porque verdaderamente salva vidas. La sangre puede conservarse un mes, pero las plaquetas apenas cinco días, por eso importante", precisó Marcela.