Se trata de Sebastián Oviedo Silva, dueño de Placer Urbano - Piletas de Fibra, con sede en Gral. Rodríguez, que le regaló una pileta a una nena que quería retomar su rehabilitación y otra, a un nadador hipoacúsico que entrenaba para las Sordolimpiadas en una plataforma de chapa y madera improvisada por sus padres.
Esta es la historia de Sebastián Oviedo Silva, un fabricante de piletas rodriguense que en menos de un mes tuvo dos enormes gestos solidarios para con dos jóvenes discapacitados. Con su empresa Placer Urbano, en junio de este año lanzó en su fan page de Facebook el sorteo de una pileta por el "Día del Padre".
Al mismo se inscribió la familia de Dana Rey, una nena de 13 años de Los Hornos, La Plata, que sufre síndrome de West, una discapacidad motriz de nacimiento, y que para estimular sus músculos es imprescindible que realice terapia y rehabilitación en el agua. El objetivo de Dana era ganar la pileta para poder retomar la rehabilitación, dado que por la pandemia todas las piletas están cerradas y debió interrumpirla.
Tanto Oviedo Silva como su esposa, Justina Blaiotta, leyeron con atención todas las postulaciones al sorteo, sin embargo, la de Dana les generó algo ("se inscribió en este sorteo por un motivo específico y especial", expresó el dueño de la empresa en un video en Facebook), pero no podían infringir las reglas del sorteo. De hecho, nunca se rompieron y el sorteo tuvo una ganadora auténtica, a la cual se le hizo entrega e instalación de la pileta en cuestión.
Pero tras el sorteo, Sebastián y Justina, en nombre de Placer Urbano, tomaron la decisión: realizar la donación de una pileta a Dana y su familia para que ella pudiera continuar con su hidroterapia; la empresa se haría cargo, además, del traslado y gastos de colocación. “Ese mismo día él y su esposa hicieron una videollamada conmigo y mi hija. Nos confesaron que estaban deseosos que ganáramos porque habían leído la historia en Facebook. Que lo lamentaron tanto que decidieron entregárnosla igual”, relató Isabel, la madre de la nena de 13 años a El Día de La Plata.
La pileta, finalmente, llegó el último sábado 5 de septiembre y los trabajos de colocación se extendieron por más de 12 horas, ya que hubo que efectuar el pozo, alisar el terreno y llevar la pileta hasta el patio trasero de la vivienda, que lo debieron hacer entre cinco operarios pasándola por arriba del techo (mirá el video aquí: www.facebook.com/725669654679023).
El mismo Oviedo Silva fue entrevistado por El Día, y se mostró emocionado por esta acción que llevó adelante: “¿Por qué ella y no otra persona? No sé… cuando nos enteramos de la historia con mi señora no dudamos en entregarle la pileta y que pueda disfrutarla”.
Asimismo, recordó un gesto similar que tuvo en julio cuando le donó otra pileta al nadador hipoacúsico Sebastián Galleguillo, quien se está preparando, entre otras competencias, para las próximas Sordolimpiadas. “Estas cosas, como las de Sebastián Galleguillo me conmueven”.
En aquella ocasión, los padres del nadador hipoacúsico le habían armado un andarivel con chapas y ramas para que pudiera entrenarse para las Sordolimpiadas. Al enterarse de esto, el dueño de Placer Urbano, conmovido, decidió donar una pileta de 12 metros de largo por 3,40 de ancho y 1,60 de profundidad para que la use con sus compañeros de equipo.
“La historia de Sebastián me llegó al corazón, me partió el corazón. La verdad que al ver la nota me llegó demasiado, por eso no lo dudé. Me largué a llorar y dije ‘a este pibe hay que ayudarlo’”, había dicho Oviedo Silva en el mes de julio.
Foto principal: Demian Alday / El Día