Con 48 años, superó un cáncer de mama y se puso un desafío impensado años atrás
Esta es la historia de Lucía Duarte, una vecina del distrito que hace tres años vivió un momento muy duro de su vida, pero supo afrontarlo a base de “garra” y trabajo, y más tarde con un entrenamiento que le abrió la posibilidad para competir en uno de los certámenes más importantes del país.
El 19 de octubre de 2017 (en pocos días se cumplirán tres años exactamente), a Lucía Duarte, vecina de General Rodríguez, le confirmaron que tenía de cáncer de mama. “Fue un momento muy triste, sentía que me iba a morir en pocos días”, dijo la mujer a La Posta Noticias.
Sin embargo, Lucía fue contra ello y se propuso como objetivo vencerlo sea como sea. “El cáncer no sabe quien soy, soy una mujer con mucha garra”, afirmó. Para darle pelea, tuvo que someterse a distintos tratamientos “agresivos”, señaló, tales como una mastectomía, quimioterapia (habitual en pacientes con cáncer) y radioterapia. “Todos me dejaron muchas secuelas que cambiaron totalmente todo mi organismo”, dijo, incluida “una gran y hermosa cicatriz”, recordó.
La quimioterapia duró un lapso de 6 meses, mientras que la radioterapia, uno. De esta manera, Lucía aumentó 13 kilogramos. “Me sentía extraña porque mi pero normal era 57”, lamentó. No obstante, por otro lado, tenía que mostrarse contenta, satisfecha, porque luego de varios meses difíciles, la mujer había logrado lo imposible: vencer al “maldito cáncer”, según lo calificó.
Una vez recompuesta de salud, la mujer se propuso una nueva meta en su vida: disminuir los kilos que se incrementaron con los tratamientos para dejar de lado definitivamente esa etapa de su vida. Fue en ese momento que conoció a Juan José Sagardoy y Romina, la pareja que conduce el centro de entrenamiento Spartan Sagardoy (Las Heras 160, casco urbano de Gral. Rodríguez).
Finalmente, decidió unirse al equipo ‘spartano’ en diciembre de 2019 donde pudo perder peso. Duarte comentó que “empecé a entrenar en el centro de rehabilitación y hoy, con casi 48 años, estoy feliz de tener el cuerpo que quise tener durante toda la vida”, agradeció tanto a Juan José como a Romina; tampoco se olvidó de los médicos de la Clínica Güemes y del Hospital Austral, de su familia, de su hijo Santino y su marido Fidel, “que estuvieron y están”, remarcó.
Como si esa superación fuera poco, Lucía contó orgullosamente que actualmente, más allá del contexto actual de pandemia, durante el cual entrenó mediante clases virtuales, está entrenando para competir en un campeonato de fisicoculturismo y fitness de la IFBB (International Federation of Bodybuilding and Fitness, el ente madre a nivel mundial) en el ámbito nacional, en la categoría Bikini Fitness. Cabe resaltar que recién en dos meses la vecina estaría cumpliendo un año como “spartana”, pero ya tiene casi tres de guerrera absoluta.
