Se trata de un hombre de 56 años que fue denunciado por su nuera por un hecho ocurrido a fines de septiembre. A raíz de esto hubo otra denuncia realizada por una adolescente por un supuesto abuso ocurrido hace años.
El sujeto acusado vive en un domicilio de la calle Chile al 300 entre Florida y Baradero donde, la semana pasada, un grupo de personas se acercó a hacer pintadas y romper vidrios a modo de escrache por las trascendidas acusaciones de abusos.
La denuncia que "destapó" la situación fue la de Macarena, nuera del sindicado, que vivía desde marzo en la misma casa que él junto a su pareja (hijo del acusado), los dos hijos menores que tienen en común y su hija de 7 años producto de una relación anterior.
Macarena denunció que en la madrugada del 26 de septiembre se encontraba junto a su pareja atendiendo un kiosco de 24 horas en el frente del domicilio y escuchó el grito de su hija que estaba en su cuarto con sus hermanos. Al acercarse allí vio salir a su suegro en ropa interior. Tras la denuncia penal, además, la Comisaría de la Mujer dictó una restricción perimetral por un plazo de 60 días para que no pueda acercarse a la nena y su familia, que se mudaron de esa casa.
Cuando comenzó a circular la situación ocurrida en el barrio, Macarena contó a La Posta que amigas y conocidas del barrio mencionaron que también recordaban haber sido abusadas tiempo atrás por el mismo sujeto. Si bien circuló que hubo más denuncias, La Posta confirmó que una adolescente de 15 años también inició acciones penales por una situación similar a la actual pero que habría ocurrido nueve años atrás cuando tenía apenas 6 años.
Según lo que se supo, el día del escrache, el hombre no se encontraba en su casa. Macarena comentó que "dicen que estaría en lo de un familiar asesorándose por un abogado", aunque pese a consultas realizadas, no se pudo confirmar si fue detenido o se encuentra prófugo.