El jefe de la seccional policial ubicada en 2 de Abril y Av. España dispuso cambios en su plantel para reordenar el funcionamiento de la dependencia.
La Comisaría Primera ha sido noticia en diversas ocasiones este año por sus constantes cambios en la conducción. Tras varios titulares, a fines de octubre llegó el subcomisario Emmanuel "Lipo" González, quien, con 21 años de servicio y cinco años de trabajo como sumariante y jefe de calle, asumió el desafío de hacerse cargo de la seccional.
Mientras General Rodríguez discute desde hace semanas la posibilidad de construcción de una cárcel, en la comisaría céntrica es un hecho el hacinamiento de los detenidos que ha traído más de un dolor de cabeza y que representa una realidad que no escapa a la que viven otras dependencias policiales bonaerenses.
En ese marco, la conducción de González busca reordenar y mejorar el funcionamiento del establecimiento en el resto de sus competencias. La escasez de recursos era de público conocimiento pero incluso se supo que el nuevo jefe habría tenido que poner de su bolsillo para algunas refacciones edilicias, pintura del lugar y hasta colocación de nuevo mobiliario.
Otras decisiones tuvieron con ver con el recurso humano. En total hay unos 70 efectivos policiales en la Comisaría 1° de los cuales unos 15 trabajan en la vía pública y el resto se dedica a tareas encubiertas y operativas como a las administrativas vinculadas a las tomas de denuncias.
Ese último punto era uno de los que González buscaba mejorar para evitar el colapso y las quejas de los vecinos, por lo que habría traído oficiales conocidos por él en su paso por otras dependencias para las recepción de denuncias y tareas de la oficina de judiciales. A raíz de esto, ha hecho una reestructuración interna de su personal a cargo para tratar de aceitar el funcionamiento de la comisaría y que la gente no consideré que la denuncia sea un problema más, tras haber sufrido una situación angustiante.
