Oscar Ortega (62) es vecino del barrio El Zorzal y desde hace seis años se viste de Papá Noel y sale a repartir regalos a los chicos más necesitados. Este año, no será excepción a pesar de la pandemia.
A Oscar le sienta bien el traje rojo y blanco. También la barba. Quizás no es un Papá Noel voluminoso como el tradicional, pero seguramente su corazón no quepa entre esas ropas que representan mucho más que un gesto solidario: es el sueño de toda su vida.
Así lo había dicho el año pasado en una entrevista a Infobae y bajo esta misma premisa volverá, junto a su esposa, Silvia Soria (51), a repartir regalos de Navidad a los chicos y chicas que más lo necesitan.
Los regalos son mayormente donaciones. Si bien la pareja comienza a juntarlas a mediados de marzo, en este año particular a causa de la pandemia de coronavirus, el proceso se encuentra algo demorado, pero no por ello Oscar y Silvia se van a dar por vencidos.
De hecho, en diálogo con La Posta Noticias, Silvia comentó que en determinados casos, junto a Oscar van a retirar donaciones a domicilio o puntos de encuentro previamente acordados. Por ejemplo, el último fin de semana, la pareja se dirigió hacia San Isidro, Capital Federal, y en algunas ocasiones, a Luján.
En caso que personas interesadas en donar y que no puedan hacerlo con juguetes, pueden hacerlo a través de un depósito bancario a la cuenta que Silvia abrió en Banco Provincia, cuya CBU debe ser consultada directamente al correo electrónico de ella, a saber: [email protected]. Con ese dinero, la mujer se encargará de ir a una juguetería de Capital Federal para adquirir juguetes nuevos, según aclaró.
Ese mismo e-mail, además, será la primera vía de contacto con la pareja para concretar la donación de juguetes. Una vez efectuada esa comunicación, se otorgará un número de teléfono o se coordinará el punto de encuentro, según corresponda.
Asimismo, Silvia contó que hay personas, entre ellas dos mujeres, que envía sus donaciones por encomienda desde la Costa Atlántica hacia la terminal de ómnibus de Luján.
En el 2018 entregaron 600 juguetes. En 2019, más de 1200, y en este año, todavía no alcanzaron un número deseado, pero no pierden la fe y la esperanza de codearse con las sonrisas de los niños y niñas que tanto esperan la fecha de Navidad por su regalo.