El accidente se produjo alrededor de las 21 horas en la Ruta 6 a metros del cruce con la Ruta 7, del lado sur, en el carril sentido a Campana. Allí, un camión colisionó con una moto en la que viajaba una familia y dos personas perdieron la vida.
Aunque aún no están claras las circunstancias del siniestro, lo cierto es que un camión Iveco 450 (OZD-314) de la empresa Expreso Pontevedra S.A y conducido por un hombre que tendría unos 70 años (sería oriundo de Haedo) impactó con una moto Guerrero 150 cc (patente 604-IQH) en la que iba una familia: un hombre, su mujer y una bebé de 4 meses.
Según lo que se supo, a raíz del impacto el camión habría aplastado a la mujer, una joven de 23 años de nombre Alejandra López Jaime, y a la bebé; que perdieron la vida en el acto. De acuerdo a lo que se mencionó en el lugar mientras se realizaba el operativo correspondiente a este tipo de hechos, trascendió que el conductor de un vehículo le avisó al camionero lo ocurrido y que hubo una persona (no se sabe si esta u otra) que dio aviso a la Policía Rural. El motociclista y padre de familia se llamaría Daniel Chilavert y sufrió algunas escoriaciones y politraumatismos. Se encontraba consciente aunque en estado de shock y fue atendido por una ambulancia que lo trasladó al Hospital.
Al lugar se acercaron familiares de las víctimas del accidente que vendrían de Lezica y Torrezuri. Si bien no se pudo confirmar, trascendió que la familia que iba en la moto sería oriunda de Luján y que volvía de visitar a otros parientes en una finca cercana en General Rodríguez. También que el conductor de la moto ya había hecho un viaje con otros dos hijos más a quienes, luego de dejar en su casa, había ido a buscar a su mujer y la bebé, con quienes terminó sufriendo el hecho.
A la imprudente circulación con un bebé en una moto y en el medio de la noche, pese a las restricciones vigentes impuestas por la pandemia y en una zona de tránsito de camiones y en absoluta oscuridad, se la suma el hecho de que en el lugar no se hallaron cascos y también se investiga si funcionaban las luces de la moto. Además, habrá que establecer la influencia en el siniestro de la gran oscuridad reinante en la zona. Pese al correr de los años y de los gobiernos provinciales que ha habido, ese largo tramo de la Ruta 6 sigue sin tener ni una sola luminaria. Pastos altos a un lado de la banquina, un poco más cortos en el cantero central y la única iluminación que aporta la luna cuando está visible, vuelven ese sector un camino muy peligroso que, en ocasiones como ésta, se cobra víctimas fatales.