Tras un día repleto de dudas y misterio, el resultado actual de los comerciantes es de pura duda y confusión. Por un lado, un comunicado de la Asociación Civil de Comerciantes indicaba que desde el Municipio avisaron que se podrá abrir, pero la falta de respuesta oficial y la tardía salida de los decretos lleva a pensar que el sábado puede pasar cualquier cosa.
Desde la mañana de ayer se esperaba que el Municipio se pronuncie respecto de cómo accionará el acatamiento de las definiciones nacionales y provinciales respecto del nuevo confinamiento para reducir los contagios de Coronavirus que tienen al país como el de mayor cantidad de positivos diarios en el mundo por estas horas.
Estando General Rodríguez con parámetros muy altos, se encuentra dentro de la amplia lista de distritos afectados por la medida de mayor restricción, sin embargo al momento, oficialmente no hubo confirmación de que el sábado se evitará la apertura de los negocios de la ciudad ni se avisaron acciones contra algún tipo de escape al acatamiento del decreto nacional que rige desde anoche.
Desde la Secretaría de Control Urbano, que contiene al área de Comercio, habrían hablado durante la tarde con comerciantes y dado que los horarios se extendían y las definiciones no llegaban, la asociación ACComGR envió un comunicado a sus socios anticipando que tras hablar con autoridades, les habría llegado que el sábado pueden abrir naturalmente hasta las 18 horas y que en el transcurso del día pasarán desde el área para referir el estado final de las restricciones, algo que llama la atención, porque si las decisiones ya están tomadas, con este método se abren muchos interrogantes.
La confusión llega porque ahora trascendió pasadas las 22 horas el decreto nacional en las redes sociales y en los medios nacionales y aún no se tiene el decreto provincial ni el local. Dado que no se espera que al menos oficialmente existan muchas diferencias, se supone que desde la mañana del 22 no debería abrir casi nadie, siendo que sólo un puñado de actividades serían consideradas esenciales (alimentos y farmacias, por ejemplo).
Sin embargo, tras el comunicado extraoficial, tal cual pasó en las etapas de la salida paulatina del primer confinamiento, reina la incertidumbre entre los vecinos que tienen comercios. Se sobreentiende que elaborar un plan de Seguridad y control del tránsito y del comercio, que tenga en cuenta la cantidad de aristas a resolver, no es simple y puede llevar más de un día, pero justamente la poca definición oficial al respecto, puede alterar más el orden que una comunicación que deje en claro lo que está definido y lo que no y pasadas las 23 horas, aún no hay una respuesta oficial o clara que permita que el medio informe cabalmente lo que se va a hacer.
¿Qué puede estar pasando?
Lo que muchos ya han considerado antes y vuelve a suceder ahora, es que desde el ámbito oficial no se busca que la restricción caiga demasiado duro sobre el comercio local, pero tampoco se puede ir contra el mandato superior, más aún cuando es del mismo signo político. De este modo, al estilo "Lamolina", aquel árbitro del "siga, siga", el oficialismo local dejaría correr unas horas más las aperturas y las iría "avisando" de a poco, según vea el movimiento sabatino.
Esto deja en el aire el resultado dependiendo en realidad, de cuánto movimiento se vea el sábado. Si se nota demasiado, seguramente se evalúe acentuar la restricción. Si es manejable, seguramente se regule, pero con mayor calma, con avisos para el lunes y al menos se pueda tener una jornada semi habitual.
Solución intermedia no tomada en cuenta por Provincia ni Nación
Lo que muchos comerciantes aceptarían por este período, sería la apertura desde la puerta del local o a cortina cerrada. Evitando la aglomeración interna, dejando la regulación sólo al tipo de tránsito admitido para los vecinos, es decir, algo que reduce la circulación, pero no prohiba la venta, para no generar un impacto tan violento en los bolsillos de una economía complicada.
¿La contra? Desde el Gobierno evalúan que es tan alto el índice de contagios, que se busca asegurar una caída abrupta para dentro de 10 o 15 días, cuando las terapias intensivas puedan estar no sólo al límite, sino por encima, aumentando drásticamente la letalidad de los enfermos graves. Es por esto que muchos recomiendan que a pesar del impacto económico, tratar de sostener al mínimo el movimiento podría ser curcial para un futuro cercano. Los médicos del hospital calculan el pico máximo para JULIO. La realidad, es que la cantidad de camas disponibles no da para pensar que en ese momento la situación no sea muy penosa.
Por estas idas y venidas, ante los riesgos de enfrentar broncas de los comerciantes, pero a su vez evitar la explosión del sistema sanitario, es que el gobierno local titubea en comunicar y trata hasta último momento de que los niveles superiores sean los que indiquen, decreten y se lleven el mayor peso de la responsabilidad. Al fin y al cabo, tienen un día más para evaluar el impacto social de la medida, el tránsito que puede llegar a haber y es más suave pasar el sábado por algunos locales a sugerir el cierre, sólo si hace falta.
Mañana se espera un clima muy adverso y eso puede ayudar al Municipio a que las definiciones las tome más el clima que el control dispuesto, pero nada le quita esta noche la duda a miles de familias, que no saben si el sábado podrán sostener abierto su local o no. Lo que es una certeza, es que tras tanto misterio, sería muy difícil que desde el área de Comercio salgan a cerrar locales con "mano de hierro", al menos el sábado, ya que aún no hubo comunicación. Otra historia será del domingo para adelante. ¿O no?...