El hecho ocurrió en el barrio Los Troncos, donde vecinos no podían establecer contacto en las últimas horas y el martes, al entrar en su casa lo encontraron muerto. Según manifestó una vecina, había estado pidiendo asistencia en los últimos días por presentar síntomas.
Una trágica noticia trascendió el martes 25 cuando algunos vecinos reportaron que la policía estuvo en la puerta de un domicilio del barrio Los Troncos, sobre la calle Laguna Capelén, a unos 300 metros del ingreso del barrio, antes del mediodía.
Allí, una vecina habría estado días atrás colaborando con un empleado de recolección de residuos que vive sobre Laguna Capelén, casi Laguna de Barro y según manifestaron otros vecinos, el sujeto de 46 años, habría manifestado que tenía algún síntoma compatible con coronavirus.
El hombre fue identificado como Walter Eduardo Golaso y, según dijo la vecina, "comenzó a sentirse mal el 16 de mayo". Como vivía sólo, avisó a su familia y lo fue asistiendo preparándole comida y alcanzándole distintas cosas en la puerta del domicilio.
"El 16 me pidio auxilio porque se sentía mal, me pidió que llame a la familia y ellos se habrían encargado de llamar al trabajo. El era recolector en la empresa Urbasur, en Capital Federal, donde algunos compañeros ya habrían muerto por Covid-19 supuestamente. Tenía tres hijos menores con la ex esposa y tendría otros tres más, mayores. La hija, menor de edad, se comunicó con la empresa. Aparecieron dos compañeros el 16 a la noche que lo llevaron a la clínica de Camioneros en San Justo, donde no lo hisoparon y lo mandaron de vuelta a la casa", dijo.
Y agregó que Golaso era asmático y que "tenía mucha fiebre. Tosía todo el tiempo, no decía ni una palabra sin toser. Le di remedios, ibuprofeno. Compañeros le trajeron una bolsa de remedios que le mandó supuestamente el médico. A la empresa llamé y le pedí que le mandaran médico y me dijeron que no se encargaban de eso. El día 20 de mayo, el me pidió que le llamara un remis quería hisoparse para estar seguro, más que nada por el trabajo. Ningún remis se iba a animar a llevarlo, nadie se iba a arriesgar. Así que ese día a las 18 horas llamé al teléfono de linea del SAME pidiendo que vengan, me dijeron que sí y que esperara hasta las 22. No vinieron, los volví a llamar y la chica que me atendió me dijo que querían hablar con él. Les dije que el hombre no tenía teléfono, les pregunté si lo iban a dejar morir. Ella me dijo que tenía que hablar con el por muchos casos que llaman y no son emergencia".
La vecina, visiblemente sensibilizada, continuó relatando: "Tenía todos los síntomas de Covid-19. Y tenía la certeza de que lo tendría desde el día 16 de mayo. Lo mandaron a hisoparse a la iglesia de los mormones pero él no tenía vehículo y nadie lo iba a llevar en ese estado, nadie se iba a arriesgar. El domingo 23 de mayo no podía tragar, rayé verduras y le hice una sopa colada. El lunes 24 a las 13 horas lo llame, a las 18 horas también, no contestaba. Pensé que los compañeros lo habían llevado al hospital. Desde el viernes al domingo nunca vinieron del SAME. El día lunes vi que estaba el televisor prendido, la luz prendida de afuera. No pude dormir a la noche pensando en él. Llamé a la policía el martes 25 cuando seguía sin conestarme. Vinieron rápido y lo encontraron muerto. El día que falleció vino el SAME, el delegado de la empresa, vinieron todos. Pero cuando él necesitó, no vino ninguno".
Por último, la vecina expresó: "La operadora del SAME me insistía en que querían hablar con él, porque me decía que a veces llaman que están graves y no es así. Yo le decía que era la vecina y lo veía muy mal. Esperemos que no vuelva a pasar y que cuando alguien acuda al SAME vayan a asistirlo. Piden que se llame al SAME, pero para que nos sirve si no van a venir. Piden que no salgan de la casa pero te mandan a hisopar, y muchos como no tienen auto se van a hisopar en colectivo. Es muy triste lo que pasó".