Se cumplieron cinco años de “la noche de los bolsos” del exfuncionario kirchnerista José López
El 14 de junio de 2016, el exsecretario de Obras Públicas de la Nación quedó grabado cuando intentaba esconder en un convento ubicado en nuestro distrito casi 9 millones de dólares y un fusil.
Eran las 3.02 de la madrugada del 14 de junio de 2016 cuando se lo pudo ver a José López, en aquel entonces diputado del Parlasur y exsecretario de Obras Públicas de la Nación de las gestiones de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, llegando a la puerta del convento de las Monjas Orantes y Penitentes Nuestra Señora del Rosario de Fátima (ubicado en la calle Mansilla entre Batallón Norte y Comandante González).
Llevaba consigo una mochila y dos bolsos. Tocó el timbre, pero las monjas no le abrían. Como se puede ver en las imágenes, dejó apoyado en el piso su fusil ametralladora calibre 22 e insistió con el timbre. Caminó hacia un costado y a otro, y trajo otros dos bolsos. En el baúl del auto llevaba, además, una valija llena de billetes. En total, casi 9 millones de dólares. Nueve minutos después de su arribo, una de las hermanas se asomó por la ventana junto a la puerta, corrió la cortina y le abrió.
Hoy, cinco años después, López cumple una pena de siete años y seis meses de prisión por enriquecimiento ilícito (la máxima). Es de los pocos exfuncionarios kirchneristas que sigue preso. La pandemia por el coronavirus, que favoreció la salida de muchos de sus excompañeros, no le permitió dejar la cárcel. El exfuncionario está alojado en la cárcel de Marcos Paz, aislado del resto de los detenidos.
Aquella supuesta confesión tampoco le sirvió para reducir su pena en esta causa. Tal vez lo ayude en el caso de los cuadernos de las coimas, en el que está acusado de haber sido parte de una trama de los sobornos, un caso que todavía está en trámite.
En la causa por enriquecimiento, que será siempre recordada en los tribunales como la causa “del video de los bolsos en el convento”, el año pasado, los jueces Ricardo Basílico, Adrián Grünberg y José Antonio Michilini condenaron a López y, sin muchas discusiones, coincidieron en imponerle la pena máxima por el cargo que tenía, lo burdo de la maniobra y el monto del dinero involucrado.
La hermana Celia, la monja que lo ayudó a esconder el dinero, fue absuelta (anteriormente, le habían pedido la indagatoria). Los empresarios Andrés Galera y Eduardo Ramón Gutiérrez fueron condenados como testaferros de López (con penas a dos años y seis meses de prisión), lo mismo que su exmujer, María Amalia Díaz (dos años de prisión). Todos fueron acusados de haber contribuido a "esconder" la fortuna de López. El tribunal no le creyó cuando López declaró que la plata no era suya sino que "suponía" que venía de Cristina Kirchner porque se lo dio su exsecretario Fabián Gutiérrez la misma noche en que llevó los bolsos a General Rodríguez.
Según su relato, López tuvo una reunión previa con Gutiérrez en el hotel NH de la calle Bolívar y luego le mandaron los nueve millones de dólares custodiados por dos personas, una en moto y la otra en auto que, siempre según él, lo siguieron hasta el convento. Los jueces no encontraron evidencia alguna que corroborara estas afirmaciones.
En una entrevista de 2018, Cristina Fernández se desentendió de ello declarando que la escena le parecía "brutal, grotesca y no entendía qué había pasado" y que aún se preguntaba quién sería la persona que le había entregado a López ese dinero. Posteriormente, los jueces dieron por probado que López acumuló en su patrimonio de manera ilegal 8.982.047 dólares, 153.010 euros y 159.114 pesos, además de dos relojes Rólex Oster y uno marca Omega. Los jueces decomisaron ese dinero y lo entregaron por mitades a los hospitales de pedriatría Garraham y Gutierez para equipamiento, insumos e investigación.
Finalmente, en el día de la lectura de su condena, López se sentó a la derecha la sala, del lado de la fiscalía. Ninguno de los otros acusados, sentados a la izquierda del tribunal, lo quería a su lado. López inentó defenderse afirmando que el dinero de los bolsos tenía un origen político -"era plata de la política", habría señalado-, sin embargo, según puede verse en el video, eso nunca quedó claro.
Más allá de la condena por enriquecimiento, López está comprometido como partícipe de una asociación ilícita en la causa por el direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz, junto a Cristina y Lázaro Báez, entre otros imputados. Su abogada, Pamela Bisserier, ya pidió la excarcelación, pero le impusieron una fianza que dicen, él no puede pagar: $85 millones.
Sin embargo, insistieron en la Justicia. En este marco, López espera con ansias que finalmente le den el visto bueno: este lunes 14 de junio se cumplen cinco años de su detención y los dos tercios de la pena. Por eso está ansioso: “Tiene una alta expectativa de que esta vez sí le den la domiciliaria”, contó una de las últimas personas que habló con él a Revista Noticias.
De hecho, a mediados de abril ultimo, el Tribunal Federal 1 le concedió la libertad condicional a López bajo una caución de $85 millones en el marco de la causa. En un fallo por mayoría, los jueces del tribunal dispusieron además que el exfuncionario deberá residir “en el domicilio que fje al momento de su soltura” y prohibir su salida del país. A la vez, deberá permanecer bajo exclusiva custodia y protección del Programa de Protección a Testigos e Imputados.
La esperanza la mantiene latente debido a su último ofrecimiento a fines de mayo: López pidió pagar su fianza con los bienes que la Justicia le embargó. Se trata de una vivienda en Santa Cruz, un campo en Tucumán y acciones de algunas empresas. No obstante, la Justicia todavía no tomó una determinación y debido a ello, seguirá preso.