El animal fue robado en la madrugada del viernes 9 de julio en una finca del barrio El Ombú, en las calles Las Araucarias y el Cóndor.
Los dueños dejaron al caballo en su corral de madera y chapa en la noche del jueves. A la mañana del día siguiente se percataron que delincuentes habían robado al animal tras cortar el alambrado que daba contra un campo.
"Mi hijo tiene retardo madurativo. El caballo ayudó mucho a su autoestima. Como un animal tan grande hacia lo que el decía. Mi hijo pasaba tiempo de calidad con el caballo. Se entendían Cuando Moro el caballo se metía en la casa, yo dependía de mi hijo para que lo saque y el lo hablaba con una mano apoyada en el pecho, el caballo retrocedía. Cuando había que agarrarlo mi marido lo llamaba a mi hijo, sólo con él se lo podia agarrar. Tenian una relación única, se lo extraña mucho", dijo Jacqueline a La Posta sobre la importancia del caballo en la familia.
Se trata de un equino raza lobuno tipo mestizo de color marrón oscuro con mancha blanca en patas traseras y en línea superior de la nariz, melena larga y cola larga sin herraduras colocadas. No estaba marcado y se encuentra castrado. Tiene 3 años de edad, 1.70 metros de longitud y 600 kilos de peso aproximadamente.