El 21 de septiembre no sólo marca el Día de la Primavera o el Día del Estudiante. En Gral. Rodríguez conmemora, además, uno de los episodios más tristes y oscuros de la violencia juvenil.
Este martes, 21 de septiembre, se cumplen doce años de la partida de Johana Reyes luego de un trágico episodio de violencia juvenil ocurrido en la Plaza Central “Martín Rodríguez” durante los festejos por el Día de la Primavera.
En homenaje a la joven, desde la Municipalidad de General Rodríguez se redescubrió la placa que honra su memoria en el parque principal de nuestra ciudad, la cual fue restaurada en su totalidad por el artista plástico local Federico Bonavita.
De esta iniciativa, participaron Olga Vivas, madre de Johana, y el intendente Mauro García, entre otros funcionarios municipales y vecinos del distrito.
Desde hace doce años, las primaveras ya no son lo mismo en Gral. Rodríguez
En 2009, se realizó, como cada año, la tradicional fiesta del Día de la Primavera (también Día del Estudiante), con decenas de chicos y chicas en la Plaza Central "Martín Rodríguez". Sin embargo, aquella jornada marcó un antes y un después para la historia de nuestro pueblo cuando se desató una pelea que terminaría de forma fatal luego de que Daiana Ferreyra, de 18 años, agrediera con un cuchillo a Johana Reyes, de 17, quien murió desangrada por las heridas recibidas.
Hoy, a doce años de su partida, la agresora, tras un juicio abreviado, se encuentra en libertad a raíz del cumplimiento de la mayor parte de su condena, que había sido a 11 años. De hecho, hoy está rondando los 30 años y se convirtió en madre.
Olga, madre de Johana, reclamó que no se cumplieron algunas cuestiones y resguardos, pero en la actualidad, lo que más lamenta es lo de todos los días, la ausencia de Johana.
Más allá de extrañar, Olga insistió siempre en trabajar la temática de la violencia y llevar su historia a las escuelas. ¿A quién más que a ella escucharían los jóvenes? No es lo mismo que hablen de violencia especialistas o docentes a que lo haga una persona que lleva la foto de su hija, adolescente, que ya no está. Hay algo en la experiencia que se transmite.
Es una lucha de Olga de muchos años, que más allá de su pedido de justicia (que la dejó bastante disconforme), siempre estuvo ligada a un mensaje de paz para los jóvenes.
Conversando con ella años atrás, nos había transmitido que notaba a la juventud con casos de violencia aún, pero que veía que había otra actitud de los jóvenes de intentar separar y extinguir el foco de conflicto. Sin embargo, también veía que en los barrios la cuestión de las adicciones y los problemas familiares hacían mucho daño y llevaban peligro a los jóvenes. Una vez más nos había repetido: “Me gustaría hacer algo respecto del tema, para hablar con alumnos del caso”.
En 2018, en el marco de una jornada de homenaje por un nuevo aniversario del hecho que se había realizado en la Plaza Central, el intendente de turno, Darío Kubar, había anunciado que Olga comenzaría a involucrarse con la Dirección de Juventud municipal para llevar su mensaje de reflexión a los jóvenes del distrito.
Hay hoy una nueva generación de chicos y chicas que no conocen ni recuerdan el caso. Sería bueno hacer memoria, que vean las placas que se han colocado en su memoria y que para siempre, entiendan que nunca puede ser la violencia un modo de resolver sus diferencias, ya que además, en cuestión de meses, la mayoría de los chicos que hoy festejan su primavera, emprenderán sus vidas y lejos estará de sus memorias un conflicto menor.