Ocurrió el lunes 20 de septiembre a las 20.13 horas en las calles Melincué y Fortín Atahualpa, en Parque Irigoyen. Los delincuentes se desplazaban en un auto.
La secuencia duró unos 20 segundos desde que los ladrones se bajaron del auto (que según circuló en las redes sociales era un Fiat Punto color negro había sido robado el jueves de la semana pasada) y entraron al comercio, hasta su fuga.
Alejandro, dueño del local, habló al día siguiente con La Posta y comentó que "entraron dos muchachos, yo estaba atendiendo una clienta. A punta de pistola nos arrinconaron en un sector, me revisaron, me levantaron la ropa, me sacaron el celular. La señora intentó defenderse agarrando su bolso y a blandir un cuchillo en forma de defensa. Uno de los ladrones efectuó un disparo con su arma. El segundo al escuchar el estruendo salió corriendo. La bala quedó acá marcada. Exigía la plata, pero esto es un comercio de barrio y plata no hay. Se llevaron mi celular y nada más. Los corrí como 70 metros por la adrenalina que tenía". Y agregó: "Medían 1,80 y eran delgados. Tenían gorrita, barbijos. Tendrían alrededor de 30 años".
El comerciante reconoció que "si hubiese estado solo habría reaccionado peor. Mi intención es siempre defender al cliente. Desde el momento en que apuntan estoy en peligro y en el que disparan, mi vida no vale nada".
Por último, cerró: "El robo me arruinó el día y la semana. Tuve que estar dando vueltas hasta las 2 de la mañana por temas policiales. Pasaron 24 horas y no había vino la Policía Científica, no puedo tocar nada en el local. Y ahora con el temor de que vuelva a pasar. Diez minutos después del hecho me llamó el Intendente dciendome que iban a actuar al respecto y revisar las cámaras. Dijo que los venían siguiendo".
Se supo que los delincuentes habrían cometido otro robo en un comercio del barrio Los Viveros.