El ilícito se conoció a inicios de septiembre y la causa recayó en dos oficiales de la guardia. Sin embargo, por el momento, nada está resuelto por falta de evidencias.
El pasado 6 de septiembre se descubrió en el edificio de las Fiscalías Descentralizadas del Dpto. Judicial Moreno-Gral. Rodríguez el faltante de un televisor LED de 42 pulgadas que había sido secuestrado luego del allanamiento de una causa anterior.
Se trata de un electrodoméstico marca Top House que se encontraba apoyado sobre el suelo de un cuarto del tercer piso de la dependencia judicial ubicada en Balcarce y Sarmiento. El aparato tenía, además, una cadena de custodia.
Según se desprende del seguimiento de la causa, al televisor se lo habría visto por última vez el viernes 3 de septiembre, en tanto que desde la U.F.I. Nº 10 a cargo de María Gabriela Urrutia se dio inicio a la averiguación del ilícito y se solicitaron todas las filmaciones posibles comprendidas entre las 13.00 de ese viernes hasta las 8.00 del lunes 6, jornada en la cual se constató el faltante.
Al mismo tiempo, se tomaron múltiples declaraciones de personal que trabaja en el edificio, ya sea como agente de la dependencia o empleado de limpieza.
A partir de los testimonios recabados y de algunas filmaciones recogidas de un comercio ubicado enfrente de la Fiscalía, se tildaron dos sospechosos. Serían dos agentes de la Policía –identificados como D. S. y L. P.– que oficiaban como custodia de la dependencia. Se trata de las dos personas que habrían estado más cerca del momento en que se sospecha que ocurrió la sustracción del televisor.
De hecho, se realizaron dos allanamientos en el domicilio de los apuntados, uno ubicado en el partido de Ituzaingó y el otro, en la localidad de Libertad, partido de Merlo. Sin embargo, en ambas inspecciones, el resultado fue negativo ya que no se halló el televisor en cuestión ni tampoco evidencias sobre la responsabilidad de ambos oficiales.
Desde la defensa de uno de los sospechados habrían manifestado que el aparato se encontraba guardado en un lugar donde no correspondía. En el caso de objetos secuestrados, siempre se los registra en el sistema de la Fiscalía y se los deposita en un “Cuarto de Efectos”. Aparentemente, la TV no sólo no habría sido ingresada sistema, sino que tampoco fue guardada en el cuarto correspondiente.
Mientras tanto, el misterio se mantiene vigente y no hay conocimiento acerca del paradero del aparato que, efectiva e insólitamente, fue sustraído de una dependencia judicial.