Le ocurrió a Marcelo (42) en la noche del jueves 7 de octubre, alrededor de las 20 horas, en las calles Vengochea y Gral. Roca.
En diálogo con La Posta, relató que "esa mañana fui a un supermercado ubicado en la calle Santa Cruz a metros de Ruta 24 y de ahí a la farmacia de Gral. Roca y Vengochea, donde estacioné, me bajé y me quedé esperando mientras atendían a un chico que estaba ahí comprando. En el camino, vi a un muchacho esperando el colectivo a unos 150 metros de la farmacia. Estaba vestido con ropa de trabajo: campera naranja fluorescente, pantalon verde chillón".
Mientras Marcelo compraba, vio que el sujeto mencionado venía caminando desde la parada de colectivos. "Cuando me di vuelta para pagarle a la empleada de la farmacia, sentí que se me tiraban encima, me agarraban del cuello, y me clavaban un puntazo arriba de la cintura, del lado derecho, en la parte de atrás. Inmediatamente sentí el segundo puntazo y al muchacho lo giré con mi brazo y lo tiré para adelante. Luego me caí al piso. Era el que estaba en la parada, me pedía mi celular y plata. Le di todo y se fue corriendo por Balbín".
La victima continuó su relato: "Le pedí una gaza a la empleada de la farmacia, llamó a la Policía y como vi que no estaba desvanecido, me subí al auto y fui al supermercado donde tengo algunos conocidos. Llamé a mi mujer y luego manejé hasta casa, desde donde me llevaron al Hospital Vicente López. En la guardia me atendieron muy bien, desde el médico hasta enfermeros y personal de limpieza".
A Marcelo le detectaron tres heridas de arma blanca. "Una de más de 6 centímetros de profundidad. Me entraba todo el dedo índice. Me operaron, me revisaron que no tenga nada. No perforó ningún órgano, me rozó el hígado pero muy levemente. Estuve internado dos días. Me dieron el alta y estoy de reposo. La verdad es que estoy vivo de milagro. Este tipo estaba vestido con ropa de trabajo, eso fue lo que más me llama la atención. Me atacó con una navaja importante. Casi me mata, todo para robarme un celular. Un psicópata", señaló.
Por último, lamentó: "Esto, sinceramente, me arruinó porque yo soy sostén de mi familia y trabajo independiente, como remisero y Uber, y ahora no puedo trabajar".
