Falleció uno de los motociclistas que se accidentó gravemente en cercanías de la Ruta 28
El accidente sucedió el viernes 29 de octubre a la altura del barrio Marabó, en una calle de tierra que conduce a las canchas de polo donde chocaron dos motos y una pareja había quedado en grave estado. Uno de los jóvenes heridos, terminó perdiendo la vida. Piden mejoras en ese camino rural que utilizan los empleados del campo de polo de la zona.
En las últimas horas, se conoció la triste noticia de que uno de los jóvenes gravemente heridos por el accidente entre dos motos en cercanías de la Ruta 28 murió en la madrugada del pasado miércoles, 3 de noviembre.
Se trata de Ramón Ernesto Méndez, alias "El Tili", de 28 años, quien estaba internado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Vicente López y Planes y perdió la vida a las 3 horas del miércoles último tras presentar una inestabilidad irreversible en el quirófano.
El difunto, que trabaja en el club de polo Centauros, estaba a bordo de la moto junto a su pareja, Guadalupe Guevara, de 26 años (también "petisera" en el mencionado predio), quien según fuentes consultadas todavía "se recupera" y "sigue con respirador" a raíz una fractura de cráneo importante, producto de la caída tras la colisión. En este sentido, su madre, Ana Carola, manifestó días atrás: "Ella tiene una fractura de cráneo importante. Si sale, necesitaría metal en la cabeza".
En cuanto a la circunstancias del accidente, ocurrido en la zona paralela al barrio Marabó, le envió un claro mensaje al intendente Mauro García: "Le pido el Intendente que ilumine esa calle. Hoy son hijos que están así en su distrito. Las calles tienen que están marcadas, iluminadas, los colectivos tienen que andar con luces, no con luces apagadas, señalamiento", exigió.
Y comentó que "por la oscuridad que hay, a las 20 horas no se ve más nada" en esa zona de calle de tierra que da ingreso a los campos de polo.
En tanto, el otro joven accidentado (compañero de Méndez en el campo de polo) había sido trasladado a Capital Federal y hasta donde se pudo averiguar, presentaba una fractura de clavícula. Hubo malestar en las familias de los accidentados, señalando en los empresarios poleros la responsabilidad por las condiciones laborales en que trabajaban y por la precariedad del camino que a diario utilizaban los trabajadores para acceder al predio.