La historia del dirigible de La Serenísima, que hace 25 años volaba por última vez sobre el cielo argentino
Lo que comenzó como una campaña de marketing derivó en cientos de miles de anécdotas de quienes lo vieron y/o escucharon al respecto. Toda una novedad por parte de la empresa creada en General Rodríguez.
La historia del globo dirigible de La Serenísima comienza en 1995 cuando la empresa láctea se embarcó en una campaña publicitaria –hasta entonces– inédita en la Argentina: usar un dirigible para promocionarse como marca número uno del rubro.
El primer esquema de color con el que voló incluía de un lado de la aeronave el logo de la empresa y por el otro la leyenda “Tomá yogur con GG”, la cual, posteriormente, fue reemplazada por otro logo de la empresa en color verde.
En lo que respecta a medidas, tenía 20 metros de altura y 70 de largo con una altitud de crucero de entre 300 y 500 metros y una altura máxima de vuelo estimada en 1.000 metros. En este sentido, estaba provisto de dos motores marca Porsche, una capacidad de 63.000 m³ de helio y podía transportar dos tripulantes y cinco pasajeros.
Entre las tantas particularidades que presentó durante sus excursiones, se destacó que una vez salido del ex aeropuerto internacional de Don Torcuato, necesitaba la compañía de un equipo por tierra para acompañarlo en el trayecto y brindarle el soporte que necesitara. Llegó a recorrer, lógicamente, Buenos Aires, pero también Santa Fe, Córdoba y hasta Mendoza.
Lamentablemente, hay distintas historias que cuentan que en varias ocasiones el dirigible fue atacado a balazos desde tierra firme, los cuales, afortunadamente, nunca habrían pasado a mayores.
¿Quiénes pilotearon el famoso dirigible?
El dirigible de La Serenísima fue piloteado por al menos cuatro personas, según el citado artículo. Uno de ellos fue Bob Fowler, un norteamericano oriundo de Massachusetts; otro fue John Fox (australiano), mientras que también hubo dos argentinos que pudieron vivir para contar esta travesía. Ellos son José María Vaca y Rolf Hossinger, quien fue comandante en Aerolíneas Argentinas.
Según la empresa Vuelo Aventura, responsable detrás del dirigible, la firma láctea rodriguense habría incremento en un 35% sus ventas en los siguientes seis meses desde que se hizo el primer vuelo. Además, el dirigible se convirtió en un mero objeto comerciable, pues, se llegaron a comercializar réplicas de éste en miniatura, que aún en la actualidad se pueden encontrar en distintos comercios de antigüedades y/o de venta online.
El fin abrupto de la aeronave de La Serenísima
Todo tiene un final, todo termina… En noviembre de 1996, durante un viaje por el cielo de Santa Fe, el dirigible se encontró con un frente de tormenta muy severo que lo hizo aterrizar de emergencia. No hubo que lamentar víctimas, aunque la aeronave quedó totalmente destruida.
“El dirigible realizaba un vuelo de propaganda por distintas localidades del norte del país y regresaba a Buenos Aires. El día 22 debía reiniciar el vuelo 1215 haciendo el tramo Ceres-Rosario, con escala en Rafaela, para un posible reabastecimiento. La aeronave era acompañada por un equipo constituido por siete vehículos dentro de los cuales estaba el vehículo que permitía los aterrizajes normales (Mastrack) al cual se aferraba el dirigible en tierra. La tripulación constituida por dos pilotos pidió la información meteorológica para despegar de Ceres el 22 a las 8.00 horas”, señalaba en ese entonces el informe de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil.
El mismo remarcó que “la oficina meteorológica recibió y entregó los Metares de las 06.00 y 07.00 horas, pero el comandante del dirigible no esperó los de las 08.00 horas. El N 601 LP despegó de Ceres hacia Rosario a las 08.42 horas. El equipo de apoyo replegó la torre del Mastrack y partió detrás del dirigible. Dieciocho minutos después del despegue, el Comandante recibió la información del equipo de apoyo, que Rosario iba a cerrarse dentro de las dos horas. El comandante decidió cambiar el destino a Santa Fe. El equipo de apoyo seguía al dirigible a unos 20 km detrás por la ruta 34. Este equipo se adelantó llegando a Rafaela antes que el dirigible”.
“El jefe del mismo notificó al comandante que el frente frío ya se encontraba afectando a Rafaela que no iba a poder arribar a esta localidad. El comandante puso rumbo a Esperanza y poco después a San Justo (Santa Fe). En la zona de Campo Andino fue alcanzado por el frente, realizando un aterrizaje de emergencia. La tripulación intentó desinflar el dirigible, pero al no completarse la emergencia, fue arrastrado por el fuerte viento a unos 3 km del lugar de descenso donde resultó destruido. El piloto y copiloto resultaron ilesos”, completó el informe, sobre el final abrupo del tan famoso dirigible de La Serenísima.