"Si no aparecía yo, a mi hija la estaría velando": terrible caso de violencia de género en General Rodríguez
El hecho ocurrió en la mañana del domingo 12 de diciembre en un domicilio de la calle José Marmol al 100, en barrio Hermoso. Allí, una joven fue golpeada por su pareja. De casualidad, su madre fue a verla y la terminó salvando.
A Mabel (48), su hija Jennifer, de 23 años, le había dejado a sus nietos de 5, 3 y 1 años en la noche del sábado 11 de diciembre. Se iba a una fiesta con su pareja, un joven de 27 y padre de los chicos.
Los niños pasaron la noche con su abuela. La mujer creyó escuchar el llanto de uno de ellos y se despertó súbitamente alrededor de las 6 de la mañana del domingo 12 de diciembre. Abrió el portón y cruzó la calle, en esa cuadra de José Marmol al 100, para ir a la vivienda de su hija, que vive frente a la suya. Quería saber cómo estaba, si ya había regresado de la fiesta.
Sin embargo, al acercarse a la propiedad escuchó la voz de Jennifer. "La escuché decir 'no me pegues más' en voz baja", contó Mabel a La Posta. Y dijo que vio por la ventana como su pareja la tomaba del cuello. Al acercarse, el joven puso su mano en la boca de su hija y con la otra abrió la ventana para hablar con ella. "Me dijo que mi hija estaba llorando porque extrañaba a sus hijos, algo que no tenía sentido porque si quería verlos sólo tenía que cruzar a mi casa. Hasta que ella le mordió la mano y me dijo que la estaba golpeando", relató Mabel.
Rápidamente, corrió hacia su casa donde había dejado el teléfono y llamó a la Policía. "Cuando volví él estaba pegándole piñas, pero luego escapó y se robó los documentos de los hijos y la tarjeta de la asignación", agregó la madre de la chica, que tenía sangre en sus boca, los labios hinchados producto de los golpes recibidos. "Hasta llegó a convulsionar y se desmayó. La llevamos al hospital para que la atendieran, le hicieron reanimación y por suerte ya le dieron el alta. Gracias a Dios tengo a mi hija viva. Yo no suelo levantarme temprano los domingos. Si me levantaba a las 9 como habitualmente hago, si no aparecía yo, a mi hija la estaría velando".
Por último, la mujer refirió a la Policía que su hija ya había denunciado por violencia de género a su pareja y que habían retomado la relación hacía dos años. Según manifestó Mabel, el joven "no está preso todavía, y mi hija tiene miedo. Queremos que pueda salir a la calle tranquila con sus hijos. Quedó muy mal, tiene pesadillas, no puede comer, no puede dormir".