Se trata de un hombre de unos 37 años oriundo de nuestro distrito que se ahogó en el espejo de agua de la presa reguladora del Río Reconquista que está ubicada en Moreno. Una tragedia de todos los años en época estival por la falta de consciencia sobre los peligros del lugar.
Según trascendió, el hombre era buscado desde la tarde del domingo 26 de diciembre. Se montó en el lugar un importante operativo que incluyó trabajo de buzos tácticos de la Policía Bonaerense y de Bomberos de Moreno y Merlo.
El jefe de Bomberos y Defensa Civil de Merlo, Comandante Sergio Ravelli, dijo al portal InfoNoticias que en la tarde de este lunes 27 de diciembre "fue encontrado bajo la superficie del agua y trasladado a la morgue para la correspondiente autopsia e identificación".
Fue identificado como Eduardo Ismael Cabral, de 37 años, domiciliado en el barrio Almirante Brown. Lo velaron en la noche del martes 28 de diciembre en la cochería de la calle Int. Manny al 1000. Por la mañana de este miércoles 29, sus restos iban a ser llevados al Cementerio Municipal.
Especialistas mencionan que "de un lado del Dique Roggero –que regula el cauce del río Reconquista, que divide los partidos de Moreno y Merlo– se forma un espejo de agua, el lago San Francisco, formado por aguas de diferentes arroyos de la zona. Del otro, nace el río Reconquista. Muchas personas llegan hasta allí y como sus aguas aparentan estar calmas se confían y se meten para refrescarse, pero no saben que por debajo hay una fuerte correntada".
Una tragedia con larga lista de antecedentes en el Dique Roggero
El lugar es elegido por muchos vecinos de Moreno, Merlo, Marcos Paz, General Rodríguez y otros puntos de la región, que pese a los carteles y las prohibiciones, entran a bañarse a los espejos de agua. Así, no es la primera vez que ocurre un episodio de estas características. "Todos los veranos hay dos o más ahogados en el Dique Roggero", manifestaron indignados vecinos de la zona.
No hay caso. Las tragedias no disuaden a la gente que, ante las altas temperaturas, asiste al lugar e ingresa a las peligrosas aguas a bañarse. Quienes las conocen, resaltan la dificultad que puede ocasionar las corrientes de agua debajo de la calma en la superficie, algo que suele "arrastrar" a los bañistas hacia el fondo. Hay zonas donde la profundidad es de 10 metros o más, que vuelven ese espejo de agua en una verdadera trampa mortal.
