Alberto y Marcela perdieron a Lucas, su bebé de 10 meses en octubre del año pasado en el Hospital Vicente López y buscan avances en la causa. "En la fiscalía nos dicen que no hay novedades", señalaron.
El caso lo dio a conocer nuestro medio el 23 de octubre cuando, esa mañana, tras notificarlos del fallecimiento del bebé, el padre, Alberto Farías, muy alterado, habría roto vidrios en la sala 10 y terminó con heridas y un vendaje en el brazo. Personal de la seguridad privada y de la Policía habían contenido la situación hasta calmar al hombre, que se había retirado junto a su mujer y mamá del menor, muy conmovidos y angustiados.
En la denuncia, ambos expusieron que su nene había sido operado el 15 de octubre. El bebé "venía con un tratamiento por un problemita en el cabeza que debían separar los huesos del cráneo”. La intervención quirúrgica había sido programada. Marcela, mamá del menor, contó que desde que lo sedaron ese día, “nunca más despertó” y contó que “me habían dicho que en tres días iba a estar en mi casa y me lo entregaron en un cajón”.
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También refirieron a la Policía que el 22 de octubre los habían llamado desde el Hospital para informarles que al nene lo iban a volver a operar "aunque sin consentimiento nuestro y de la panza, algo que no tenía que ver con su problema original. Pedimos la historia clínica al director y aunque los médicos me dijeron que le dieron antibióticos, en ese documento figuraba que le habían suministrado adrenalina, morfina y clonazepam”. Al día siguiente, alrededor de las 8 horas, les avisaron que había fallecido.
Pasaron más de dos meses y Alberto comentó a La Posta que "ya fui varias veces a la Fiscalía y me dicen que no hay ninguna novedad. No me dan respuestas". Y agregó que la causa recayó "en la UFI N°9". Y pidió "si alguien conoce a un abogado que nos pueda ayudar, lo agradeceríamos. No tenemos plata para pagar uno. A nuestro bebé lo mataron y nadie nos da una explicación".