Sociedad 19 ENE 2022

La experiencia del rodriguense que acaba de subir a la cima del Aconcagua

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Se llama Sebastian Frettes, tiene 27 años y es miembro del Ejército Argentino desde hace 7. El sábado 15 de enero, por primera vez en su vida, hizo cumbre en el cerro Aconcagua, a 6,961 metros sobre el nivel del mar.

Si bien era una meta personal y un desafío, la iniciativa de subir el pico más alto de América y de todo Occidente, surgió de la unidad a la que pertenece en el Ejército: la Compañía de Comunicaciones de Montaña N°8.

Por eso, ya había hecho tres cerros anteriormente, del cordón montañoso de Mendoza: el Adolfo Calle (4296 metros), El Plata (5956 metros) y el Stepanek (4180 metros). Y remarcó, en diálogo con La Posta, que era vital contar con preparación. 

Para subir, primero hicieron la aproximación al paraje Plaza de Mula (a 4300 metros sobre el nivel del mar), al que tardaron 12 horas. Luego hicieron otra parada en el campamento Nido de Cóndor (a más de 5300 metros), al que tardaron 8 horas. Y luego hicieron la cumbre, demorando otras 15 horas. 

"Lo más difícil fue antes de llegar a la cumbre, pasar la parte del camino llamado Travesía, que tiene una pendiente de 35°. El clima varía mucho dependiendo de la altura, los vientos suelen ser de hasta 100 kilómetros por hora. Cuando subimos había de 30 kilómetros por hora. También en la altura falta mucho el aire y se corre riesgo de un edema pulmonar o cerebral, por eso hay que hacerse estudios médicos antes de subir. Los civiles suelen subir con oxígeno, en el personal del Ejército, entrenado, no suele hacer falta. Nosotros no lo necesitamos", contó Frettes, quien es oriundo de Villa Vengochea y hace 5 años que vive en Mendoza.

"Agradezco a todos los que me apoyaron y me ayudaron en esta experiencia", cerró.