Sociedad 29 ENE 2022

Franco Benavídez y la odisea de su recuperación tras la brutal golpiza recibida en Bicentenario

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A días de haber iniciado su internación domiciliaria tras un mes internado, el joven atacado por una patota en la entrada de barrio Bicentenario necesita ayuda de la comunidad debido a la vulnerabilidad económica de su familia y las trabas burocráticas que ponen en riesgo su tratamiento.

La vida de Franco Benavídez (20) cambió para siemre desde aquel lunes 20 de diciembre en que fue atacado por un grupo de alrededor de 15 personas en la entrada del barrio Bicentenario y quedó en estado crítico.

Luego de un mes internado en el Sanatorio Finochietto de la Ciudad de Buenos Aires, donde había ingresado con un fuerte traumatismo de cráneo y un coágulo en la cabeza, desde hace nos días continúa con internación domiciliaria.

Las cosas siguen siendo muy dificultosas para a familia, porque su madre, Patricia, ya había revelado que su casa no está en las condiciones necesarias ni cuenta con las comodidades que necesita su hijo en el estado en que se encuentra. "Los días de lluvia entra agua hasta por las paredes", detalló.

A su vez, "Franco va a necesitar una prótesis en la cabeza que está arriba de los $2 millones" y, por si fuera poco, "la obra social que tiene, DASMI, me informó que no cubriría el tratamiento sino que yo tendria que pagarlo y ellos me harían reintegros, pero yo no tengo dinero para afrontar esto".

Desesperada, Patricia manifestó: "Le expliqué a esta obra social que yo trabajo en negro. Estoy sin trabajar y si no lo hago no cobro. Estoy esperando el resultado de una reunión con auditoría por el caso de Franco, para ver si permiten que sea internado en un centro de rehabilitación. Sino, voy a tener que presentar un recurso de amparo".

Además, dijo que en los últimos días "no conseguí kinesiólogo para mi hijo por la obra social, tampoco psicóloga y los medicamentos que debe tomar son muy caros y se me hace muy dificil pagarlos. Como tiene internación domiciliaria, iban a venir médicos a domicilio para ver a Franco, pero no vinieron. Pedí al Municipio un móvil para trasladarlo, que se habían comprometido a darme, pero no tuve respuestas. Todo se demora, todo queda en la nada, no sé que hacer"

Mientras enfrenta todos estos problemas, la mujer también está disgustada con la Justicia, dado que por el brutal ataque sólo hay un detenido y en la familia esperan que caigan el resto de los agresores

Cómo quedó Franco Benavídez tras el salvaje ataque

"Se le duermen las manos, las piernas y los pies. Se sienta en el patio, pero no aguanta y tiene que volver a la cama a acostarse. Su cuerpo no le responde y muchas veces su cabeza tampoco", contó.

Y agregó que "viajar con él hacia algun lugar es arriesgarme a que se desmaye en el camino".

Además, relató que "como con los golpes le dañaron una parte del cerebro que controla el comportamiento, según me explicaron, él suele estar por momentos ansioso, por otros angustiado, y necesita constatemente de su medicación".

La medicación que necesita el joven

Las drogas que incluyen su tratamiento son Lacosamida 100 mg, Quetiapina y Levetiracetam.

"Las tres son muy costosas. De Quetiapina, una señora de Luján nos prometió darnos una caja todos los meses pero Franco necesita tres. Así que estamos pidiendo ayuda para ver si alguien nos puede donar los medicamentos", contó Patricia.