Un trabajo que tomó poco más de tres años de gestación con pandemia de por medio y varias postergaciones hasta su presentación oficial.
Rafael Rodríguez es vecino de General Rodríguez de toda la vida. Vive en el barrio Parque Irigoyen y es chofer de la línea 57. Pero en sus tiempos libres, como hobby, restaura automóviles, oficio que adquirió desde su desempeño como letrista en la década del ’80, donde conoció su verdadera pasión: los autos, los ‘fierros’, el “girar”, como él le dice.
Asimismo, tiene como ídolo a Emilio Satriano, un histórico corredor del Turismo Carretera (TC), que tiene registradas 310 carreras, siempre representando a Chevrolet. Alcanzó 27 victorias -es el 2° más ganador de la marca detrás de Guillermo Ortelli, que suma 29), 86 podios, 17 pole position y 76 series. Fue campeón en 1990 (logró cuatro victorias al hilo) y logró los subcampeonatos de 1985 y 1998.
En este marco, el pasado 14 de febrero, Rafael se dio el gusto de poder rendirle un homenaje a su ídolo. Fue durante un evento en la localidad de Chivilcoy, más precisamente en la rotonda Emilio y Pablo Satriano, donde se reunieron distintas figuras, personalidades y aficionados al automovilismo. Allí, el vecino de nuestro distrito le presentó a Satriano una réplica de ese Chevrolet con el que logró cuatro triunfos consecutivos y el mencionado subcampeonato de 1985, construida por el propio rodriguense.
“Hace tres años nació la idea de hacer esta réplica porque no podía ser que Roberto Mouras, Morresi, Adrián Acuña y muchos pilotos de la década del ’80 tenían replicas y Satriano, ninguna”, expresó Rafael en diálogo con La Posta Noticias, y contó: “Siempre fui fanático de Emilio; hasta tuve la suerte de haber trabajado con ellos, de haber pintado el auto de Emilio, puesto que en esos años era letrista y en ese momento las letras de los autos se hacían a mano”.
En cuanto a la construcción del auto, Rafael explicó: “Me llevó más o menos tres años realizar esta réplica. La hice toda yo solo, encerrado en un garaje, con pocas herramientas, poca plata y mucho amor”. Asimismo, destacó: “Me ayudaron muchos amigos regalándome elementos, Guillermo y Facundo Antunez, Ricardo Escudero, Oscar Strina, Carlos Benítez, Mauricio Giovanetti, mi amigo Pirilo, Alejandro y Valentín Pintos, Miguel Rodríguez y Carlos Giletta, gente de acá de General Rodríguez. Todos han colaborado de alguna manera, incluso Ricardo, uno de los mecánicos que tuvo Satriano en los ’80, quien me regaló elementos originales de este auto”.
Respecto al homenaje realizado en Chivilcoy, el rodriguense remarcó que “en realidad se iba a realizar el 16 de diciembre de 2020 porque se cumplían 30 años del campeonato que logró Satriano en 1990”. “Lamentablemente, por la pandemia no se pudo realizar el homenaje y se vino posponiendo hasta que ahora se dio la fecha para poder hacerlo”, subrayó, al tiempo que valoró a toda la familia Satriano por haberle permitido rendirle este homenaje “tan merecido a Emilio”.
“Fue todo realmente muy lindo, muy emotivo, porque el auto que yo tengo es uno de los primeros que Emilio usó. Ya pasaron más de 40 años del ’82. Hubo muchísima gente que se vino de todos lados, de Lezama, Pilar, Entre Ríos, Córdoba, Bariloche. Todos en Chivilcoy, presentes para este homenaje. Fue muy lindo. Valió la pena el sacrificio y tantas horas de trabajo en el auto”, detalló Rafael.
Por otra parte, contó la intimidad de una charla que mantuvo con el propio Emilio Satriano tanto durante como después del evento. “Fue una charla no muy extensa debido a la cantidad de gente. Luego del evento pudimos ir a un café y hablamos. Él me preguntó por qué había hecho la Chevy, cuánto tiempo me había llevado, si la había hecho solo, a qué me estaba dedicando. Luego, me felicitó por el trabajo y lo que más me halagó es que me dijera que estaba exactamente igual a la que él había manejado en el año ‘82”, dijo aún perplejo.
En tanto, el rodriguense también habló de su afición por los “fierros”. “Mi afición por los autos empezó de chico por el ‘Lole’ Reutemann. Cuando él dejó de correr, empecé a ver TC. Me hice hincha de Satriano porque fui a verlo en el año ’82 en Pergamino y ese día justo gana Emilio Satriano. A partir de ahí es que empezó mi admiración por este auto, que es el que tengo ahora, una réplica de ese que utilizó Emilio en la temporada del ‘82”.
Asimismo, el fanático recordó: “Tuve la suerte de correr como acompañante en categorías zonales y a nivel nacional, tanto en el TC como en el TC Regional”. Y agregó: “Después, a partir de que Guillermo Antunez, un piloto de la zona, llegó a correr en TC con motores de Pablo Satriano, otra vez volví a tener relación con Pablo y con Emilio”.
Por último, y sobre el futuro cercano de la réplica, anticipó: “El auto se va a utilizar en eventos, carreras de exhibición. Ahora me invitaron para ir en marzo a Bahía Blanca a un circuito en el que el TC competía en las décadas del ’80 y el ’90. Vamos a ver si el trabajo me permite ir a girar con mi réplica y las réplicas de la zona. Son más o menos 25 autos del grupo Glorias del TC, de mucha gente que tiene réplicas y autos originales restaurados”. Y “en los primeros días de marzo va a haber un evento acá en Gral. Rodríguez, donde va a haber varios autos de exhibición, y allí voy a estar con mi réplica”, cerró Rafael.
Pasan los años y el amor está intacto. La fidelidad de papá al chivo hacen más grande su historia… Gracias alRafa por esta hermosa réplica, falto el tío para acomodar ese motor??.NADA MÁS IMPORTANTE QUE LOS HOMENAJES EN VIDA,PAPA A PESAR DE TODO PUSO TODAS SUS GARRAS y ♥? pic.twitter.com/RpaORa6uGR
— Cintia Satriano (@Cintiasatriano) February 15, 2022