Seguridad 8 MAY 2022

Conflicto vecinal, agresión y una familia que aún no puede volver a la casa por temor

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El hecho ocurrió el 29 de abril y la víctima todavía no puede habitar su hogar. La agresora ya había tenido problemas con varias familias de la cuadra.

Jéssica vivía en su casa del Barrio Bicentenario con sus dos hijos, Ramiro de 5 y Zoe de 7 años. En la tarde del 29 de abril, cuando su cuñada va a buscar a su hija Zoe, ya que ella tenía que hacer unos trámites en Capital Federal, vio a unos perros en mal estado y decidió sacarles unas fotos para compartirlas con alguien que los cura y rescata. Los animales, a pesar de que estaban en la vereda "sarnosos y desnutridos", pertenecían a la vecina. 

Minutos más tarde, cuando vuelve de dejar a su otro hijo en la casa de su madrina, encuentra a una mujer lanzando ladrillos hacía las ventanas de su casa. Jéssica, entra corriendo y se encuentra con su hijo Ciro, de 19 años, que la había ido a visitar. Ambos se quedaron adentro, hasta que vieron por una de las ventanas rotas que una menor de 11 años comenzó a romper los vidrios y amenazarlos con un cuchillo. 

En medio del susto, corrieron para esconderse, pero la niña logró ingresar con el arma blanca e intentó lastimar a Jéssica. Su hijo, en un rápido movimiento, empujó a su madre y se encerraron en el baño. Mientras desde afuera seguían los gritos y adentro las patadas a la puerta con amenazas de muerte, una vecina entró y consiguió quitarle el cuchillo a la menor y sacarla al exterior. 

Parece el inicio de una película, pero no lo es, la historia de Jessica y sus hijos es real y desde ese entonces, no pueden volver al hogar en el cual viven hace 11 años. 

Luego de realizar la correspondiente denuncia en la Comisaría 1ra, donde dicen que no hubo contestación, Jéssica se acercó a la Comisaria de la mujer para realizar una segunda denuncia, pero a pesar de que se la tomaron, le dijeron que no les correspondía el conflicto. Al intentar acercarse una tercera vez al cuartel policial, les comentaron que no podían hacer nada, ya que la niña era menor de edad y la mujer agresora tenía problemas de salud mental. 

Al volver a casa en la manzana 39, los insultos y gritos volvieron a aparecer, por lo que tuvieron que irse de nuevo. “Me gritaban barbaridades en la vereda de mi casa” cuenta Jessica, quien luego del episodio comenzó con ataques de pánico. 

“Fui a fiscalía, a comisaría de la mujer, a tenencia de menores, a todos lados. Ya no tengo más con quien hablar”, comentó preocupada, ya que nadie le da una respuesta concreta acerca de su situación. Actualmente la familia busca alquiler porque ve muy lejos la posibilidad de volverse a su vivienda.

“No puedo vivir con miedo, tengo amenazados de muerte a los nenes y los nenes no están yendo al colegio porque van al mismo que esta nena”, declara Jessica, y agrega “No puedo criar a mis hijos en un ambiente así, escuchar griteríos, insultos”.

No es la primera vez que la agresora tiene conflictos con alguien de la cuadra, dijo Jessica, sin embargo, al momento no hay detenidos, solo dos denuncias y un conflicto que podría seguir siendo violento, en un marco en el cual ya hubo múltiples situaciones de agravios vecinales que han terminado muy mal.