El hecho ocurrió el martes 7 de junio cuando, alrededor de las 20.30hs, un repartidor fue atacado en las calles Carola Lorenzini y Rosalía de Castro, a cuatro cuadras del Burger King que limita con la localidad vecina de Francisco Álvarez.
Un vecino del barrio Altos del Oeste, de 40 años de edad, iba como cada día en su moto con la que trabaja en una tienda de comidas a entregar un pedido aunque se topó con una situación que lo convirtió víctima de la inseguridad. Dos sujetos armados en una bicicleta lo encerraron y le pegaron una patada a la altura de la rodilla para bajarlo y luego huir con ambos rodados.
En diálogo con La Posta Noticias, señaló que "trabajo cerca del barrio Luchetti como delivery y me dirigía a llevar un pedido por la zona del Burger King, cruzando la autopista. La calle estaba oscura pero sobre la que iba, habían tres lomas de burro. Pasé la primera y la segunda y adelante mío iba un muchacho en bicicleta. Al pasar la última, veo que atrás había otra bicicleta en la que iban dos muchachos, yo los pasé normalmente. Hice dos cuadras y me fijé que ya tenía que doblar para llegar a la dirección y vi que me pasan las bicicletas y a 20 metros, al que iba solo en la bicicleta le decían que se baje. Le mostró un arma, yo iba más atrás".
Luego, agregó: "El de la bicicleta siguió, no le presté atención porque la verdad pensé que eran amigos y jugaban, o algo de eso. Ahí me quedé mirando y cuando doblé, me estaban esperando, ahí me bajaron de la moto y como me puse nervioso, me golpearon la pierna y ahí se llevaron la moto, el celular y me quedé ahí. Había una camioneta de seguridad privada que, aunque les dije que me ayuden, mucho no pudieron hacer, porque no podían. Yo no sé si eran armas de juguete o de verdad, pero en ese momento no iba a ver, me puse nervioso".
Sobre las secuelas, hay un lado físico que todavía lo afecta. "Me cuesta pisar un poco porque como me golpearon en la zona de la rodilla al costado me duele. Estoy haciendo reposo porque no cuento ni para el remis. Gracias a Dios me están dando crédito en el kiosco para poder comer, porque me agarraron en un mal momento. Por eso de la desesperación publiqué, yo no soy de pedir ayuda ni nada", expresó.
Por otro lado, está el lado humano que va de la mano con este anterior y el hombre indicó que "alguien que este en posibilidad de ayudarme tengo tres hijos, uno de ellos con autismo no pido nada regalado pero si que me den facilidades para pagar una moto".
Para colaborar, ya se con ayuda económica o con datos sobre la moto, pueden contactarse con la familia directamente: CLICK AQUÍ PARA ENVIARLE WHATSAPP.
