El dueño del kiosco conocía al ladrón que fue a robar y terminó muerto: su crudo relato
Juan Cruz, el dueño del kiosco sobre la calle Almirante Brown, a metros de la entrada a la fábrica de La Serenísima, habló del episodio en el que un ladrón quiso robar y terminó muerto. Dijo que lo conocía y expresó su impotencia por la inseguridad.
En diálogo exclusivo a La Posta contó que "a las 22.30 me escribe una de las chicas que trabaja en el kiosco, que les habían querido robar. Estamos cerrando antes porque nos da miedo. Me dijo que un ladrón los quiso meter para adentro y uno de los delivery se estaba peleando con el ladrón afuera del local. Yo llamé al 911. La chica tiene 19 años pudo cerrar la puerta, y justo estaba el delivery que trató de evitar que entre al local".
Luego afirmó que "el ladrón es vecino del barrio. La familia vino, la mamá, el padrastro, lo vieron fallecido. Yo ya tuve un episodio con una denuncia en fiscalía, acá el año pasado me robaron tres veces en un mes. En junio o julio. Era raro porque me habían dicho que era este pibe y un día vino él y me encaró me dijo que él no era el que me robaba. Yo tenía un video del pibe, pero hay tantos factores que juegan que pensaba a lo mejor cambia".
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Remarcó que "a veces el pibe venía al local y si no llegaba con la guita, yo le decía que se lo lleve y después me lo pagaba. Lo que comentaban los policías es que los padres decían que tenía problemas de droga. Es el mismo que hoy quiso meter adentro a mi empleada con un arma, era una punta con cinta. Yo laburo de las 8 a las 23, sé de laburo, no sé de estas cosas".
Visiblemente conmocionado, agregó: "A mi empleada la tiraron a cincuenta metros de acá para robarle la bicicleta y no se la robaron porque una señora le tiró el auto encima al ladrón. Es todos contra todos. Le podría pasar a mi hija que estudia, que viene a laburar, no necesita pero lo hace para ayudarme porque me ve reventado. Es gratuito que vengan y te maten, es gratuito que el pibe se haya muerto. En la mochila tenía droga y caramelos. Pibe de veintipico de años. Y así estamos, cada vez son más chicos y un día uno de 10 va a salir a matarnos".
Por último, dijo que "no puede ser que la gente permita que siga pasando. Salimos a rompernos el lomo a buscar el mango y nos están matando todos los días. No puede ser que alguien que termina de laburar como el de la empresa de delivery le tenga que salvar la vida a una chica que también termina de laburar. Me conformaría que sólo sea robarnos, mirá a lo que llegamos. La Justicia nos obliga a esto: que nos matemos unos a otros. Nosotros somos los que nos laburamos y sacamos al país adelante. ¿Y para qué? ¿Para que nos maten? Los que andan blindados, con custodios, no les pasa nada".
Y cerró: "Hay gente que la está pasando mal. Me partió el alma que era el pibe que yo conocía, me apena que haya perdido el rumbo y no tenía contención de ningún lugar. Un chico que no puede decidir por su vida se tiene que internar, hay que cambiar muchas cosas. Cuando la droga entra en una casa va desalmando a las personas y lo que queda es esto: un pibe muerto con una bolsa de falopa y caramelos".