Impotencia en un centro educativo terapéutico desvalijado en Malvinas: "Es arrebatar felicidad"
Ocurrió la semana pasada en el centro "Quinquela", ubicado en la calle Estrada al 700, en la zona de Malvinas.
Allí, una empleada llegó a la mañana del lunes 9 de agosto, alrededor de las 8, para iniciar su jornada laboral y descubrió que el portón de acceso había sido violentdo (el candado de seguridad estaba cortado) y también la puerta de reja del primer piso.
Adentro, todo estaba revuelto y detectó que los delincuentes que habían entrado se habían robado tres computadoras, un teléfono celular, dos equipos de música con micrófonos y un órgano musical.
También denunció que habrían intentado robar dinero de la caja fuerte, que la dejaron en el balcón. Además, dañaron estufas eléctricas y la cámara de seguridad del portero, que fue arrancada, cajones de escritorios y muebles.
Tras el robo, la institución emitió un comunicado:
Hay ciertos lugares que son especiales; por la gente que lo compone, por el lugar, por la buenas "vibras". Muchos, tenemos la suerte de trabajar y de hacer que nuestro trabajo se convierta en nuestro lugar especial.
Por eso es triste llegar un día y encontrar de que forma lo han dañado y lo han roto. Robando materiales que cómo granitos de arena fuimos incorporando.
Para muchos un piano o parlante es algo común, pero para chicos con discapacidad es su mundo, es disfrute, es esperar ese taller de música o de teatro o artes plásticas... Para nosotros que trabajamos en discapacidad es quitarnos herramientas que nos ayudan a acercarnos y conectar con ellos.
Es por eso que repudiamos al o los responsables que este martes por la madrugada se atrevieron a romper un poquito nuestro lugar, robándose computadoras, teléfonos, instrumentos musicales, parlantes entre otros..
Esta invasión al mundo especial de los chicos del Cet, es mucho más que un robo o un acto de vandalismo, es arrebatar felicidad a personas especiales que día a día se esfuerzan para alcanzar un espacio mejor en este mundo.
Es también, privarles a los docentes de las herramientas que ayudan a que niños puedan construir mejores momentos.
Es también, atentar contra las familias que luchan a diario para que sus niños progresen y se inserten en esta sociedad con mayores posibilidades.
En este momento, nos envuelve una gran tristeza, un dolor inmenso, pero de una manera u otra, este robo no nos paraliza, nuestra responsabilidad está muy por encima de eso.
Pero como todo trago amargo esto pasará y quedará como un recuerdo, sabemos que contamos con el apoyo de las familias, del personal, de los profesionales y talleristas...
Cómo toda cicatriz sanará , está costará un poquito más por que están vulnerando el lugar de los chicos.
Para ellos trabajamos, y lo seguiremos haciendo con todo nuestro corazón.
Silvina Viggiano. Coordinadora
Virginia Dure. Contadora