Seguridad 2 OCT 2022

Aberrante: trascendió violación "en manada" a una joven en una parada de colectivos de Ruta 7

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Ocurrió el pasado martes 20 de septiembre en la Ruta 7, a la altura de la calle Los Tilos, en el barrio Granaderos, cerca del límite con Luján a las 19 horas. El hecho recién trascendió ahora y la víctima es una chica de 22 años.

Allí al límite con el distrito de la basílica, una joven de 22 años bajó de un colectivo de La Perlita luego de hacer unas compras en el centro de General Rodríguez y vio como cuatro hombres con pasamontañas negros y guantes cruzaban la ruta desde la otra vereda. Ella apuró su paso caminando hacia la calle Los Tilos, pero fue interceptada por ellos, que la redujeron sutetándola entre los cuatro.

Apuntándola con un arma de fuego que ella cree que sería una pistola calibre 9 milímetros, uno de ellos le dijo "quedate quieta y tirate el piso". Según la denuncia que radicó la víctima, era robusto, tenía una campera rosa, zapatillas Nike de color amarillo flúo y pantalón negro, teniendo unos 28 años. Según declaró, le metió el arma en la boca y luego se la apoyó en la cabeza.

De acuerdo a su relato, le robaron sus pertenencias, le quitaron su ropa y luego ese agresor se puso un condón y mientras los otros cómplices la sujetaban, la violó. Después, otro de los sujetos, le pasó un cuchillo de carnicero con mango plástico color blanco por las piernas y le dijo "queda re lindo pasarte la cuchilla por la pierna", para violarla también. Pudo describirlo como un joven de unos 20 años aproximadamente.

Tras ello, el primer sujeto que la había abusado le arrojó agua de una botella, y envolvieron sus preservativos entre sus ropas, llevándoselos consigo. Uno de los cómplices, sin embargo, se quedó junto a ella y la ayudó a vestirse, diciédole: "Perdoname, tengo mamá y hermana, no te voy a hacer nada". Cuando ella terminó de vestirse, siguió a sus cómplices hacia el lado de Luján.

Ella relató que la violación ocurrió detrás del paredón de una garita de colectivos que no tenía iluminación y que los abusadores dejaron algunas de sus ropas sobre los asientos de esa parada. La familia quedó muy angustiada y ahora espera que la Justicia pueda identificar a los autores del aberrante ataque sexual, del cual aún no tiene novedades.

El hecho es tan aberrante que sensibiliza a los vecinos y requiere acción urgente, ya que este tipo de situaciones no son normales, aún en una época donde varios delitos han ido creciendo paulatinamente en los últimos años.

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FERRETERÍA ROVI