La historia del rodriguense que brilla en el taekwondo y quiere ayudar a formar a los chicos del barrio
Ignacio Gil tiene 16 años, practica taekwondo en Casa Amarilla y está en la selección de Buenos Aires. Su pasión por ese deporte le abrió el camino y ahora enseña a otros.
“Tomo al Taekwondo como una pasión y un estilo de vida”, asi resume su carrera Ignacio Gil, joven oriundo de General Rodríguez con gran exito en las artes marciales, entrena en el predio de Boca Juniors, es convocado para la selección de Buenos Aires.
Comenzó contando cómo empezó su sueño: “Miraba las peleas de Lucas Guzmán. Él me incitó a entrenar y a soñar con luchar fuera de la provincia o del país”.
Y agregó: “A los cuatro arranqué en el Porteño Atlético Club haciendo Taekwondo WTF. Con la pandemia tuve que dejarlo, pero cuando me enteré de que volvían a abrir sus puertas, volví y le pedí al club si me podían inscribir y acompañar en competiciones que pueda participar. Ellos me negaron esta posibilidad y desde aquel momento comencé a hacer publicaciones en mi cuenta personal de redes sociales para buscar participar en torneos. Ahí encontré al maestro Ricardo Poma, que me derivó a Boca Juniors, empezando a entrenar con ellos”.
Todo su entorno ve el gran futuro que tiene Nacho. Por ello, con apoyo de su familia, el deportista decidió cambiarse de colegio para enfocarse en el Taekwondo. “Cuando estaba en la otra escuela me quitaba muchas horas de entrenamiento. Ahora puedo tener un tiempo de descanso adecuado y entreno lo que me corresponde”.
No sólo practica este arte marcial. A finales de marzo de 2021 decidió empezar Chaiu-Do-Kwan, llevándolo a la rama del Pointfinder. “El maestro de aquella escuela me abrió las puertas y me dio muchas posibilidades competitivas, cosa que el otro club no”. Por otro lado, también practica Jutsu, Krav Magá, Judo y Teka Full con su padre.
Y contó sus éxitos más recientes. “En un torneo en Bariloche gané el segundo puesto en categoría adultos y el primero en juveniles danes en un torneo de Pointfighter. Una semana después tuve un Torneo Metropolitano que era clasificatorio nacional de adultos en el que quedé primero”.
Y disfruta el taekwondo como una pasión: “Además de tener su parte marcial y competitiva, es un estilo de vida. porque te da valores y caminos por seguir. Mientras más sigo, lo tomo como un sentimiento”.
A mediados del año vigente, uno de sus sueños se hizo realidad junto con su padre: construir su propio gimnasio de taekwondo. Este se ubica en el instituto Noelia Aguirre, frente a la Estación Malvinas. “Mi mentalidad es que los chicos puedan venir, entrenar y despejarse de las situaciones que viven”.
Por Mariano Ortelli