Emotivo homenaje por Luz, la mujer cuya muerte conmocionó al barrio Bicentenario
Fue este 25 de noviembre, en el marco del Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer. María Luz Coronel tenía 34 años y a fines de septiembre se cumplió un año del día en que la hallaron sin vida en su casa.
En su vivienda, se llevó a cabo un acto con la presencia de funcionarias municipales como Fanny Escudero (titular del área de Géneros municipal), Bárbara Gagno (Zoonisis) y hasta la concejal Agustina Victoriano, entre otras.
Allí se descubrió una placa con su nombre, se hizo la plantación de un árbol y se colocó una bandera con su imagen, así como otras fotos que retrataban momentos felices de "Luchy", como solían decirle. Todo ante la presencia de Soledad, su madre, quien desde su muerte nunca dejó de alzar su voz pidiendo justicia.
La trágica muerte de María Luz Coronel y el pedido de justicia
Luz convivía con su pareja y era madre de un nene de 12 años, fruto de una relación anterior. Soledad, su mamá, contó que "trabajaba doce horas por día y estudiaba para ser docente de nivel primario" en un Instituto Superior de Formación Docente. Se encontraba en el primer año de su carrera y el establecimiento, ante la trágica noticia de su muerte, decretó una jornada de duelo.
Apasionada por las acrobacias en telas, una de las actividades a las que les dedicaba tiempo y en la que daba clases; supo generar amistades en ese ámbito y quienes compartieron esas horas con ella la recordaron con cariño. La otra faceta que recuerdan mucho de ella era su amor incondicional por los animales y el cuidado que les daba.
A un año de su triste final, todavía hay una causa penal abierta en la Justicia por "averiguación de causales de muerte" que investiga diversas situaciones de violencia de género que Luz habría sufrido y denunciado, según su familia, y establecer que vínculo podría haber tenido ello con su posterior suicidio.
Independientemente de ello, hay un sinfín de emociones entre quienes la conocieron. Lectora asidua de este medio, solía comentar las noticias y mostrar su compromiso por saber lo que sucedía en la ciudad. A su vez, muchos destacaron la huella imborrable que ella dejaba en los demás en cualquier ámbito en el que se relacionara.
En diálogo con La Posta, Soledad la había recordado al cumplirse un año de su fallecimiento: "La vida de Luz fue como la de cualquier hija, ella fue una nena amorosa, una adolescente rebelde, una adulta responsable trabajadora, soñadora, apasionada y siempre rebelde. Amaba a sus amigos, a su familia y por sobre todo a su hijo. No estaba deprimida, estaba enferma de pasión por alguien que usó esa vulnerabilidad para destruirla. Muchos no van a entender, yo aún no lo entiendo. Perdón hija por no haberte cuidado más".