Seguridad 26 DIC 2022

Estafas inmobiliarias en General Rodríguez: el descargo de Javier Ortellado sobre su rol en los hechos

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Luego del allanamiento que hizo la Policía Federal en la inmobiliaria Figueredo de General Rodríguez por la causa de múltiples estafas vinculadas a la venta de terrenos que ya tenían dueño, La Posta accedió al fallo de la Justicia que eximió de prisión a Javier Ortellado, uno de los acusados.

Días atrás, el empresario inmobiliario Darío Figueredo hizo un descargo público radial para hablar sobre la causa por la que su local fue allanado por la Policía Federal y por la que él pasó dos noches tras las rejas, demorado, señalado como autor de una serie de estafas vinculadas a la venta de terrenos que ya tenían dueño en distintas zonas de General Rodríguez y que se cobraron múltiples víctimas.

Lo cierto es que Figueredo manifestó no tener nada que ver con esos ilícitos y explicó que le había alquilado una oficina de su local a Javier Ortellado, ex funcionario municipal durante el gobierno de Darío Kubar, acusándolo a éste de haber cometido las estafas mencionadas. De hecho, reveló que le había quedado debiendo dinero y que estaba "fugado".

Lo cierto es que La Posta pudo acceder al documento que confirma que la Justicia le otorgó la eximición de prisión a Javier Ortellado mientras avanza la investigación para establecer quiénes fueron los responsables de las estafas. En el documento se mencionan varias denuncias, contra el mencionado ex funcionario, contra Darío Figueredo y contra otras personas a las que Ortellado acusa de ser a autores de los delitos, no sólo de estafas sino también de asociación ilícita.

Javier Ortellado hizo un descargo sobre otra causa por estafas en Capital Federal y espera repetirlo ante la Justicia bonaerense

En otro de los documentos, se puede leer la presentación penal de Javier Ortellado con su descargo sobre el rol que él tuvo en los hechos investigados en Capital Federal y cómo señala a otras personas como responsables de las estafas. El abogado que lo representa, Pablo Becerra indicó que planea repetir su exposición en la investigación por lo sucedido en Moreno y General Rodríguez (dado que aún no tuvo que declarar ante la Justicia) debido a que "en la organización él tenía la misma función, atender". 

Lo primero que hizo fue remarcar que él trabajó como director de Ingresos Públicos municipal entre diciembre de 2015 y julio de 2016 renunciando "los primeros días de julio de 2016, mientras que el hecho investigado se remonta a mediados del 2017". Luego comentó que realizó trabajos de asesoramiento profesional en el ámbito privado hasta que un día, un amigo suyo, Luciano Collazo, "me comentó de alguien que tenía intenciones de llevar a cabo un negocio inmobiliario pero necesitaba ayuda y asesoramiento".

Así, le presentó a Gustavo Parano y su esposa, Cecilia Cano Russo. Ella tenía una inmobiliaria y él era el representante legal de la empresa. Le ofrecieron trabajar con ellos en la venta de terrenos y otras operaciones comerciales inmobiliarias en la zona de General Rodríguez y él aceptó, dedicándose a la venta de los lotes que la empresa manejaba. 

Para hacerlo, establecieron una sociedad comercial llamada Lepontinos SRL y Ortellado aseguró que para 2018 dejó de trabajar con la pareja porque ellos le habrían transmitido que había bajado la demanda de lotes que vendían. A su vez, remarcó que luego le fueron llegando comentarios de personas que habían sido estafadas por la inmobiliaria Cano Russo y que al comprar un terreno y llegar a él, otras personas los atacaban diciéndoles que ya tenían dueño.

También se ocupó de decir que no tiene contacto hace años con Cecilia Cano Russo y Gustavo Parano. También que lo dejó de atender el amigo que los presentó, Luciano Collazo, y que pese a tener contacto directo con cada cliente por ser la cara visible para vender los terrenos, "las inmobiliarias consiguen 'productos', le llaman así a las propiedades que se tienen para enajenar. Cómo, cuándo o de quién se consigue la autorización para enajenar ese producto, lo desconocía, desconozco y desconoceré siempre, ya que a mí me otorgaban las carpetas con  ubicaciones, catastros, impuestos y demás de cada parcela, las cuales optaba por enajenar tal como ordenaba mi mandante y evnetual empleador". 

"Comprendo que haber sido la cara de una inmobiliaria que defraudó a diferentes compradores o que se me haya situado hoy en día aclarando los puntos aquí expuestos e incluso realizando un enroque de posiciones, yo haría lo mismo que las víctimas: iría por todos, incluso el pobre empleado que me haya atendido", agregó Ortellado. Y pide a la Juticia que cite a declarar a su amigo Collazo y a Luciano Loreto, un hombre de nacionalidad paraguaya que figura como cediente de uno de los terrenos y es señalado como parte de la asociación ilícita que presumen que habrían formado Cano Russo y Parano.

 

 

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