Seguridad 15 FEB 2023

Ataque a una casa, venganza y tres detenidos: la trama del sangriento ataque a dos jóvenes en Marabó

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Los vecinos del barrio Marabó hablan por estas horas de lo ocurrido en los últimos días: un conflicto vecinal donde escaló la violencia y comenzó con una agresión contra una casa a raíz de un perro atropellado, terminando con dos jóvenes apuñalados al día siguiente.

Carlos Báez (20) y Ramón Morinigo (22), ambos de nacionalidad paraguaya, se encontraban tomando algo en la vereda de un kiosco sobre la calle Arroyo Correntino a metros de la Ruta 28 el pasado viernes 10 de febrero alrededor de las 20. Fue en ese momento en que un grupo de personas bajó de una camioneta y los atacó a golpes y cuchillazos, dejándolos heridos a los dos.

Aunque a Morinigo lo hirieron en el pecho y en un brazo, a Báez le hicieron dos cortes en el abdomen. El primero está fuera de peligro pero el segundo debió ser internado en el Hospital Vicente López, donde ya le hicieron dos cirugías y se espera que en las próximas horas le retiren los sedantes para despertarlo. "Está evolucionando bien", dijo su hermana, Ana a La Posta.

El sangriento ataque está vinculado a un conflicto reciente del que ambas familias reconocieron que los jóvenes se habían involucrado en situaciones de violencia. Ana le había comentado a La Posta que "el pibe que lo apuñaló, el jueves había atropellado y matado a un perrito con su camioneta. Mi hermano y otros amigos del dueño del perro lo fueron a buscar y se pelearon, de ahí quedó la bronca". 

Un móvil televisivo de Telefe, sin embargo, estuvo en el barrio esta tarde y habló con Cristina, la hermana de Luis Alejandro Rodríguez (26), quien está detenido por el ataque junto a su cuñado César Ariel Nuñez (27) y el hermano de este, Hernán Fabián Nuñez (23). También se reveló que hay un prófugo.

Cristina dijo que un grupo de unas 15 personas había ido el día anterior al ataque, jueves 9 de febrero, a la casa de su hermano. "Buscaban una camioneta negra que había atropellado y matado a un perro de forma accidental. Vinieron a mi casa, que vivo al lado, les dije que yo había salido un rato antes pero en un auto. Y mi hermano no había salido ese día, estaba durmiendo. Los atendió, les hizo tocar la camioneta suya para demostrarles que estaba fría porque no se había encendido el motor y alguien dijo que estaba caliente y le pegaron, rompieron todo", contó.

Pasando en limpio: a Luis lo agredieron por una situación de la que, según su familia, no participó. "Al día siguiente, iba en la camioneta y pasó por la zona del kiosco, donde reconoció a uno de los pibes que había ido a agredirlo a su casa. Justo este chico, Morinigo, le gritó algo según me dijeron y se bajó mi hermano y le pegó una patada a Báez. En una cámara de acá se ve la patada pero no el resto, porque tapa un árbol"., reveló. Para la Justicia, del auto se bajaron también los otros detenidos y uno de ellos apuñaló primero a Báez y luego a Morinigo. 

La secuencia entre el jueves y viernes fue demencial y demuestra, una vez más, el nivel de violencia con el que se vive y las consecuencias de la "justicia por mano propia", donde suelen importar más las ganas de dañar y muy poco la precisión de la información y la constatación de realmente dar con el culpable de lo que sea que se lo acuse. A su vez, en muchos de estos conflictos priman más los bríos o las sustancias que la cabeza y luego llegan las excusas de pobrísimo respaldo. Pero el daño ya está hecho. Pese a esto, no parece haber una toma de conciencia.