Un grave accidente, una denuncia por abuso y una nena de Marabó "rescatada" por su abuela
Días atrás comenzó a viralizarse en las redes sociales un escrache a una joven pareja por la denuncia de abuso sexual a una nena de 13 años en una vivienda del barrio Marabó. Tras las averiguaciones de La Posta, los familiares de la menor contaron la historia de presuntos maltratos que motivaron que el caso sea llevado a la Justicia.
De acuerdo a lo que pudo constatar La Posta de los expedientes denunciados, la víctima vivía en una casa de las calles Arroyo Casco y Arroyo Blanco junto a su madre, de 33 años, y la pareja de ella, de 35, que a su vez tiene una hija de 15 de una relación anterior.
Fue a esta adolescente a quien la nena le contó que hace unos años, su padrastro había abusado de ella en un momento en que habían quedado solos. Con esa información, la abuela materna de la menor abusada se presentó a radicar la denuncia en la comisaría y fue a buscarla a su vivienda, para llevársela, diciéndole a su hija (la madre) que quería pasar unos días con ella.
Actualmente, la menor se encuentra aún a su cuidado en su domicilio de Tigre, mientras que la madre y su pareja "se fueron hace días de su casa y no se sabe donde están", indicaron desde el entorno familiar, a la vez que aclararon que la Justicia avaló que la abuela le de refugio.
Un grave accidente que había levantado sospechas hace una década
En 2012, cuando la nena tenía 3 años de vida, fue llevada por la pareja a una clínica privada en Munro: estaba grave, no respiraba y escupía sangre. Según relataron, la nena se había caído desde el borde de una pileta hacia el suelo y había golpeado su espalda. La asistieron y como mejoró, bebió algo de yogurt y luego se durmió, pero al despertarla no reaccionaba.
Todo eso consta en la denuncia que radicaron después los médicos del centro asistencial, que no creyeron que las lesiones sufridas por la pequeña fueran producto de esa situación. La nena estuvo en terapia intensiva y la abuela también desconfió de esa versión, por lo que acompañó la denuncia y solicitó a la Justicia la tenencia de la menor, algo que consiguió: hubo una restricción perimetral para la madre y su pareja de no acercarse a ella y la abuela la tuvo viviendo con ella durante tres años.
Sin embargo, un día fue devuelta a la madre. La tía de la nena le dijo a La Posta que "no sabemos si presentó documentación de tratamientos psicológicos o algo, pero se la dieron. Supongo que porque es la madre, pero no se tuvo en cuenta todo lo demás". Para la familia algo era claro: la nena no se encontraba contenida ni a salvo en esa casa y ahora, tras la denuncia de abuso, la abuela volvió a su rescate. Creen que recibía maltratos con frecuencia. Mientras, la madre y su pareja, que son líderes de jóvenes para una iglesia evangélica de Pilar, se fueron de su vivienda y "no sabemos donde están".