Intentó parar una pelea y fue apuñalado: huyó ensangrentado hasta caer en su casa en B° Selectos de Gaona
Un hombre de 28 años fue brutalmente atacado a la salida de una fiesta en Selectos de Gaona y terminó en el hospital. “Pensaba que no la contaba”. Tuvo que correr a pesar de estar perdiendo sangre por varias cuadras para que no lo ultimen.
Una fiesta bailable en el barrio Selectos de Gaona, al límite de Moreno y de la autopista, terminó de la peor manera, con un hombre internado en el hospital tras haber sido golpeado y apuñalado por una patota, cuando había intentado frenar una pelea originada en la agresión de un hombre hacia su pareja. La víctima afirma que la policía no se hizo cargo mientras se desangraba en el piso y pide que se haga justicia con los responsables.
Miguel Ángel tiene 28 años, vive en el barrio Pico Rojo hace dos años tras independizarse como cocinero y allí es donde atiende un local de comidas. Tiene dos hijos, de 9 y 3 años. El calvario que vivió este fin de semana, y que lo tendrá los próximos tres meses recuperándose y sin poder trabajar, se originó, según relató a La Posta, cuando intentó frenar una pelea.
Eran alrededor de las tres y media de la mañana, en una fiesta organizada en una casa en El Misionero y El Zorzal, en la zona de Selectos de Gaona. Miguel había ido al evento con su pareja y un pariente. Según su reconstrucción de los hechos, todo empezó cuando un hombre de alrededor de 50 años agredió a su pareja, quitándole el bolso, plata y el teléfono. Otros tres sujetos empezaron a pegarle al agresor, y Miguel dice que intervino para intentar frenar la pelea y que no pasara a mayores. Allí fue cuando uno de los sujetos empezó a pegarle y solo frenó para volver a la fiesta, de donde salió con unas ocho personas más que se le fueron encima. El sujeto que Miguel había defendido lo dejó solo.
“Todo fue muy rápido” contó Miguel a La Posta, desde la terapia intermedia del Hospital de Agudos Vicente López y Planes. “Solo sentí cuando caí al piso, me cubrí la cara porque me pateaban por todos lados”. Miguel sintió cómo la apuñalaron en el abdomen, y cuando intentó pararse le realizaron un corte en el brazo izquierdo. “Solo atiné a intentar tapar la hemorragia, era mucha sangre que salía”, dijo.
Los atacantes serían todos hombres de entre 40 a 50 años, también del barrio. Al ver la sangre de su víctima, se produjo un momento de shock que Miguel aprovechó para escapar. “Habré corrido como doce cuadras, escondiéndome en las esquinas para que no me encuentren”, dijo. “Si me agarraban de vuelta, seguro me mataban”. Cuando llegó a su casa, le abrió la puerta la niñera que cuidaba a sus hijos y se desplomó en el piso.
Su pareja, que se había quedado tratando de calmar los ánimos para que no sigan agrediéndolo, luego lo fue a buscar y no lo pudo hallar hasta que llegó a la casa y lo halló desvaneciéndose en el piso con mucha sangre.
Miguel contó que la Policía se acercó a su casa, pero que cuando lo vieron se negó a llevarlo al hospital: “el patrullero no me quiso subir a la patrulla porque me vio en muy mal estado”. Fueron sus propios vecinos, ante la ausencia también de la ambulancia, los que lo llevaron en un auto al nosocomio. Allí le realizaron una transfusión y lo sometieron a una cirugía de casi dos horas. Afortunadamente, no tenía comprometido ningún órgano. “Estoy muy agradecido, me atendieron muy bien”, dijo desde el hospital.
Ahora Miguel debe afrontar una larga recuperación que lo afectará enormemente en lo económico. “No es justo terminar así por algunos que llevan mucha maldad, quisiera que aparezcan los responsables, me arruinaron tres meses para poder trabajar”, se lamenta al tiempo que pide justicia. “Pensaba que no la contaba, pasé mucho tiempo tendido en el piso”.
Cabe señalar que en la zona habría cámaras que podrían servir como prueba. Además, se trata del mismo barrio donde en enero de este año arrojaron el cuerpo sin vida de una mujer de 37 años que había sido asesinada en Moreno.