El drama de un mantero tras el desalojo en la zona de la estación: "No somos delincuentes"
Luego de que el Municipio desalojara el viernes 3 de marzo a los vendedores ambulantes que tienen puestos en la avenida Bernardo de Irigoyen a la altura de la estación, uno de ellos comentó a La Posta la dramática situación que viven sin poder trabajar desde esa fecha. Y pidió acompañamiento de la política y sectores de comerciantes.
Una pelea entre dos manteros que terminó con la rotura de los vidrios de un local el pasado jueves 2 de marzo, provocó que el Municipio desalojara a todos los puesteros de la avenida Bernardo de Irigoyen a la altura de la estación al día siguiente. El secretario de Control Urbano dijo que quienes protagonizaron la violenta secuencia no eran del distrito y avisó que iba a hacer un nuevo relevamiento para "ver quienes son los que están trabajando acá y de qué forma".
A ello, se le añadió la dura advertencia de Miguel Puente, secretario de Seguridad, quien fue duro y tajante: "No podemos permitir bajo ningún punto de vista que dos facciones se estén disputando un espacio territorial de vereda de comercialización, que además es clandestino, porque no hay habilitación. El ejercicio de ese comercio es ilícito y encima lo están haciendo delante del mayor centro comercial que tenemos en Rodríguez, (donde hay) comerciantes honestos, trabajadores, que día a día abren la persiana de su negocio y tienen que solventar los gastos de impuestos, empleados. Es realmente una competencia desigual”.
Uno de los manteros desalojados contó la dramática situación que viven
Tras el desalojo, los manteros fueron recibidos por la concejal Silvia Figueiras y el secretario coordinador de Gabinete, Luciano Larralde, que les ofrecieron un espacio en la avenida Bernardo de Irigoyen entre Saavedra y San Martín.
"Queremos el lugar donde estábamos, pero qué le vamos a hacer. Desde que pasó la pelea de los vendedores de morrones, no hemos podido volver a trabajar. Estamos perdiendo muchos días y es todo plata que se gasta y nada que entre", contó uno de los manteros desalojados.
Además, agregó: "Nosotros queremos que la gente entienda que no tenemos el capital para poner un local y que no hay ninguna competencia con los comercios. Somos gente humilde, mucha gente grande o con alguna cuestión por la cual no puede insertarse en el mercado laboral, y que necesita tener su ingreso todos los meses. Pasamos frío, calor, y no nos quejamos porque a esto nos dedicamos. Algunos logramos tener una ganancia neta de unos $40.000 al mes si trabajanos 26 días, pero somos humildes y queremos sólo trabajar en paz sin joder a nadie. No somos delincuentes".
Respecto de la postura que tomó el Municipio al desalojarlos, expresó que "yo trabajo desde 2020 y en dos años nos tuvimos que registrar tres veces. Siempre tratamos de estar a derecho, bajo la ordenanza 3644, hasta hemos llegado a pagar el derecho mensual que exigían y que nos dejaron de cobrar en noviembre de 2021. La ordenanza pide que presentamos libreta sanitaria, certificado de antecedentes penales, constancia de AFIP... Nosotros entendemos que lo que pasó entre los vendedores de morrones está mal y se dañó un local, pero no tenemos nada que ver con esa pelea".
Y cerró: "El feriante tiene que gastar todos los días en un depósito para guardar la mercadería, almuerzo, transporte, compra de insumos en los que paga el IVA para revender o producir mercadería y muchas veces absorbe los aumentos inflacionarios para poder seguir vendiendo".