Salud 3 MAY 2023

El hospital Vicente López y Planes cumplió 107 años: su historia

Compartí en las redes

El reconocido nosocomio provincial festeja un nuevo aniversario al cuidado de la salud de la gente. Un repaso de sus inicios a la actualidad.

El Hospital se remonta a las intenciones de la Sociedad de Beneficencia, para crear un espacio destinado a la internación de pacientes con tuberculosis. Debido a ese deseo, el 3 de mayo de 1916 se funda el "Hospital Sanatorio de Llanura Vicente López y Planes” en General Rodríguez.

En sus inicios, el diagnóstico de la enfermedad se hacía en los consultorios externos que se encontraban en Capital Federal; una vez indicada la internación, los pacientes eran trasladados hasta el Hospital, que se encontraba en medio de un tupido bosque de 150 hectáreas, parquizado exclusivamente por Carlos Thays.

Con una infraestructura de dimensiones que parecían irreales, ya que estaba formado paredes de 80?cm de espesor, mármol de Carrara y 14 salas, se convirtió en el primer emprendimiento de semejantes características de Sudamérica.

El día de su inauguración, contó con la presencia de personalidades políticas, sociales y eclesiásticas.

Durante las siguientes 3 décadas, el Hospital creció exponencialmente. Pues se comenzaron a construir más espacios: 7 salas más a las 14 que ya tenía, el Pabellón Atucha, la Capilla Nuestra Señora de la Salud, el Pabellón del Departamento de Hermanas y Guardería, el Pabellón Villanueva y la Casa del director, actual Escuela Tapié y Casa de la Cultura, respectivamente.

El Hospital de Tisiología, cumplió siempre un rol fundamental en la política sanitaria del país. Las investigaciones científicas llevadas a cabo en las instalaciones, sumado a la tarea de los médicos, enfermeras e investigadores, así como también los avances farmacológicos que lograron en aquella época, hizo del nosocomio una fama notable.

Por lo que hacia 1970, se decide abrirlo como un Hospital General. Los vecinos de General Rodríguez, más tarde, lo llamarían “Hospital Grande” para diferenciarlo del Hospital Materno Infantil “María de Irigoyen” el cual la gente lo bautizaría como “Hospitalito”.

Por 1976, comenzaron a funcionar las primeras guardias médicas cuyas especialidades básicas serían la clínica médica, la cirugía y pediatría, para luego sumar tocoginecología y traumatología.

Hasta ese momento, el Hospital dependía del Ministerio de Bienestar Social de la Nación, pero en el año 1979 pasó a manos del Ministerio de Salud y Acción Social de la Provincia.

En 1980 el Hospital Municipal y el Vicente López y Planes se fusionarían, recibiendo éste último al personal del Municipal, incrementando así la actividad prestacional con el desarrollo de la maternidad.

9 años después, es decir, 1989, mientras la especialidad de Hematología crecía, el Dr. Víctor Birman, en conjunto con el plantel médico y enfermería, crearon la Sala de Hemato-Oncología. Debido a la importancia y prestigio que alcanza este servicio, en 1991, se lo designó como Filial N.º 69 del Banco de Drogas de la Provincia de Buenos Aires.

Tras lograr un perfil de complejidad, en 1992, el Hospital, que ya cuenta con 35 mil metros cuadrados cubiertos, y una gran conservación edilicia sumada a la aparatología existente, fue re-categorizado a Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), siendo el centro de referencia para derivaciones de la Región Sanitaria 7.ª. Zona comprendida por General Rodríguez, Luján, Merlo, Marcos Paz, Las Heras e incluyendo a Moreno, desde donde surgían el 60% de las consultas externas y más del 40% de la internación.

A partir de la re-categorización, se reforzó el plantel de guardia en todas las especialidades, como también el equipamiento para terapia intensiva de adultos con 11 camas y 12 de neonatología, provisiones medicinales e instrumental acorde a las necesidades.

Además, incluyó la remodelación de la sala 25, donde se mudaría Neurocirugía, que contaría con un sector de cuidados intermedios. Más tarde, en el año 1998 se crea la terapia intensiva pediátrica con 8 plazas.

Para 1995, ya había 415 camas disponibles para la internación, 100 de las cuales correspondían al servicio de geriatría, este pabellón fue el eje fundamental para que se concrete la firma de un convenio con el Instituto de Jubilados (PAMI).

En el año 1997, después de muchas tratativas, se instaló un tomógrafo el cual también fue de gran ayuda para el servicio de Automotores en su traslado de pacientes.

El plantel de Automotores era de primera línea, puesto que contaba con 5 ambulancias equipadas, 1 minibús para 12 pasajeros (propiedad de la Cooperadora) y 1 UTIM (Unidad de Terapia Intensiva Móvil) que efectuaba viajes para todos los hospitales de la región y extra regionales que lo necesitaran.

Por otra parte, la Farmacia del Hospital comenzó a desarrollarse de manera constante. A través del dispensario, se satisfacía casi la totalidad de los medicamentos para los pacientes de internación, además de los pacientes ambulatorios.

En el año 1999 la empresa TC Haedo, tras la firma de un nuevo acuerdo con el Ministerio, se instaló un equipo de Resonancia Magnética Nuclear abierto de última generación, único en la zona.

Este mismo año, hace su debut el “Plan Director”, con la construcción de los Consultorios Externos “Sector D” con una inversión de casi de 1 millón de pesos.

Más tarde, el período de crisis económica del país, se vería reflejado en los pasillos del hospital, donde acudirían nuevos pacientes, debido a que ya no contaban con obra social; además de los pacientes de todos los hospitales donde no lograban ser atendidos. Las solicitudes irían desde análisis clínicos, estudios de rayos y endoscopias, hasta medicamentos.

A pesar de eso, el nosocomio tuvo un crecimiento generalizado a nivel institucional. Por ejemplo, tuvo la instalación de un autoanalizador en el servicio de Laboratorio, el reequipamiento de rayos, incluyendo el mamógrafo y la creación del Centro Regional de Hemoterapia para la donación de sangre.

A partir del 2010, una nueva era comenzó y los cambios se hicieron notar: la Sala de Traumatología fue designada Servicio de Traumatología y la de Cirugía Vascular como Sala del Servicio de Cirugía General.

En el año 2014, tras el cierre temporal de las guardias de Pediatría y Clínica Médica, se provocó un deterioro hospitalario generalizado y las atenciones disminuyeron considerablemente, a la vez que las residencias se encontraron desbastadas.

Dos años después, específicamente, el 3 de mayo de 2016, el Hospital Vicente López y Planes, cumplió 100 años. Las autoridades de la Nación, la Provincia de Buenos Aires y el Municipio se hicieron presentes y realizaron un plan de composición hospitalario, ya que para ese entonces estaba en la lista de los 4 hospitales de reemplazo.

Para ello, se comienza a reiniciar la obra de la Guardia de Emergencia que debió ser frenada en 2015, se empieza a remodelar el pabellón Atucha (centro quirúrgico, UTI, Cirugía general y Neurocirugía), se le da inicio a la construcción de una rampa de emergencia con ascensor para la habilitación del Pabellón de Geriatría y se compra equipamiento médico (endoscopio para Cirugía, artroscopio para Traumatología, mesas de anestesia y más).

El 2018, fue el año en que más cambios hubo. En febrero, se realizó la inauguración de la nueva guardia de emergencia con 1800 metros cuadrados con consultorios externos para 100 pacientes, 2 salas de shock room, 2 de observación de alta tecnología y 1 departamento médico.

En noviembre, fue designado como Hospital asociado a la UBA con la resolución para la UDH y 3 sedes de residencias Universitarias de Pediatría, Tocoginecología y Cirugía General. Y en diciembre, celebró ser el primero en producción de atenciones de guardia con menor tiempo de demora dentro de un ranking de 30 guardias nuevas de la Provincia de Buenos Aires.