Transformó la tristeza de una tragedia en un motor para ayudar: "A veces el dolor se cura con dar amor"
Gisella Cartosciello tiene 39 años y en 2019, la muerte de su bebé recién nacida la devastó. Después, la pandemia empeoró las cosas, pero en el momento más difícil decidió emprender un camino que hoy la llena de orgullo. Su historia.
La rodriguense es clara: "Tengo cuatro hijos, tres en la Tierra y mi ángel en el cielo". La referencia es por Victoria, la bebé que tuvo en una clínica de San Justo y que nació prematura en la semana 24, pesando 590 gramos, pero vivió sólo 10 días.
Sus otros tres hijos (de 19, 17 y 10 años) nacieron en el Hospital Vicente López y dos de ellos también fueron prematuros. Por eso Gisela integra el grupo de "Mamás Hormiguitas", que tienen como líder al neonatólogo Miguel Merlo, con quien luchan para conseguir mejoras en el hospital local.
Aquel duro golpe de la muerte de su bebé en 2019, según reconoció Gisela, la devastó: "Fue terrible, debí ir a terapia, busqué ayuda pero nada servía. Luego vino la pandemia en 2020 y fue peor porque no pude ver a mis amigas, mi familia...".
Fue por aquellos días que ella decidió empezar a estudiar de forma virtual: quería probar con enfermería. "Por la pandemia, la UBA abrió inscripciones para poder estudiar online y arranqué con dos materias del CBC. En 2021 seguí con las materias de la carrera y hoy me encuentro cursando el último año de la Tecnicatura en Enfermería en el Polo de Educación Superior de Ingeniero Maschwitz, en Escobar. Viajo todos los días dos horas y media para llegar, y si todo sale bien este año me recibiré".
La rodriguense aseguró que "desde que perdí a mi hija quise pasar del dolor a poder ayudar, a poder estar con esos bebés que tanto afecto necesitan. Mi sueño es ser enfermera de neonatología y poder dar un poco de lo que me dieron esas enfermeras con mis tres hijos, y asistir y acompañar a esas familias que tanto sufrimos por ver a nuestros bebés en Neonatología o por perderlos antes, durante o después del parto".
Y cerró: "La enseñanza que quiero dejar es que nunca es tarde para estudiar y que el dolor a veces se cura con dar amor, aunque jamás olvidemos a los que no están. Hoy mi angelita, mis hijos, mi familia, mis amigas y mis compañeras del grupo 'Mamás Hormiguitas' son mi motivación".