"El miedo está": el emotivo testimonio de una integrante del cuartel local por el Día de los Bomberos
Verónca Godoy se desempeña en el cuartel de los Bomberos Voluntarios de General Rodríguez y fue entrevistada por el Municipio para hablar sobre la profesión, en el marco del Día de los Bomberos Voluntarios.
Se celebra el 2 de junio porque en el año 1884 se fundó la Sociedad Italiana de los Bomberos Voluntarios de La Boca. Actualmente son más de 36.000 hombres y 7.000 mujeres, divididos en 1000 cuarteles, quienes se exponen al peligro y prestan de manera profesional el servicio de seguridad siniestral para más de 40 millones de argentinos, las 24 horas y los 365 días del año.
La rodriguense remarcó que para ser bombero "hay que tener es vocación de servicio porque si no es muy difícil sostenerlo. Hay que tener compromiso con el otro. Y ser bombero requiere el tiempo de uno, que lo dedica a un cuartel para acudir a rescatar vidas o apagar un incendio de gente que no conoces, sin esperar más que el reconocimiento el agradecimiento de la comunidad".
Entre los momentos más duros de la profesión, señaló que "nos ha pasado de no poder lograr sacar una víctima con vida porque es una escena muy compleja y uno se siente frustrado. Por eso después venimos al cuartel y hacemos un laburo de descompresión, charlamos entre nosotros si hace falta, viene algún psicólogo a hablar con nosotros porque realmente se siente un poco de frustración pero bueno. Tratamos de aprender de eso".
También dijo que dentro del cuartel local, "más allá de las diferencias que tenemos, diferencias importantesm, cuando tenemos que cumplir una misión, nuestra misión como bombero, dejamos de lado esas diferencias y todos juntos vamos por un objetivo común y que creo que es la única forma que existe. Nadie hace las cosas solo, no se puede ser solo. No podés rescatar a nadie ni salvar a nadie ni apagar ningún incendio si estás solo. Cuando sabemos que vamos a un servicio que puede llegar a ser complejo complicado o quizás donde puede haber víctimas, uno tiene miedo. Yo tengo miedo al menos y siempre uno tiene ese compañero al lado que en el cual confía y ese compañero confía en vos en un incendio o en un servicio de emergencia, en un accidente... pero bueno, sí, el miedo está. No creo que ninguno se suba fresquito como una lechuga al camión".
Por último, dijo que "te llena realmente cuando salís y terminás un servicio y te dan una botella de agua en verano, recibís agradecimientom reconocimiento, amor, admiración y todo eso vale un montón y es lo que reconforta un montón".
