Tiene 13 años, un accidente doméstico le cambió la vida y ahora su familia hace un desesperado pedido
Erik, de 13 años, sufrió un accidente que lo dejó con daño cerebral. En algunos días podrá volver a casa con su mamá, que lo acompaña en el hospital. Pero necesitan de la solidaridad de los vecinos para poner el espacio en condiciones para la internación domiciliaria.
La historia de Erik, vecino rodriguense de tan solo 13 años, cambió de un momento a otro el 23 de abril, cuando intentaba conectar un foco de luz que estaba caído en la cocina, para prevenir que sus hermanas pequeñas pudieran tener algún accidente. Sin embargo, el niño se electrocutó, provocándole un paro cardiorespiratorio. Estuvo casi dos minutos pegado a la corriente y sin signos vitales durante alrededor de veinte minutos. Se lo llevó de urgencia al hospital de Rodríguez, donde lograron estabilizarlo y salvarle la vida.
Contra todo pronóstico, Erik empezó a mostrar mejoras y tras pasar casi dos semanas en coma farmacológico y ya con casi dos meses internado en el hospital Garrahan, a donde fue derivado, falta poco para volver a casa, donde tendrá internación domiciliaria. “Hoy mi hijo está en terapia intermedia, gracias a Dios no necesita respirador, su corazón late bien, no hay daño en sus órganos, pero no puede mover su cuerpo” contó María, madre de Erik, a La Posta. El niño puede abrir los ojos, seguir con la mirada y sonreír, emocionando a su familia cada vez que lo hace.
Para volver con la internación domiciliaria, la familia necesita acondicionar el hogar para Erik. Puntualmente, deben terminar la habitación del chico y el baño, hacer el contrapiso y revoque, colocar membrana en el techo y terminar el baño. Ya cuentan con los materiales, pero no tienen el dinero para contratar a alguien que sepa realizar el trabajo. “Mi marido está intentando hacer lo que puede. Necesitamos ayuda para poder hacerlo lo más pronto posible”, dijo María.
Cuando ocurrió el accidente, hacía solo un mes que estaban en la casa. Aún debían realizar varios arreglos, entre ellos colocar el disyuntor. El 15 de marzo, día del cumpleaños de Erik, estaban comprando los materiales, “era el regalo para Erik”, dijo su mamá. En aproximadamente una semana estiman que ya podrán volver, donde los esperan también los otros tres hijos de la pareja.
“Dicen los médicos que le va a hacer bien estar con los hermanos, en su casa”, afirmó María. “Necesitamos ayuda para poder volver a casa con mis hijos, no puedo más de ver a mi hijo en una cama de hospital. No estoy pidiendo dinero ni nada de arriba, solo ayuda para terminar lo antes posible”, señaló María.
La familia vive en Avenida Libertador General San Martín al 1000, esquina Saavedra, a cuatro cuadras de la Escuela 9. Si alguien puede colaborar, se puede contactar con María al número 1139171565 o al Facebook Yuuki de oba.