Seguridad Sociedad 2 JUL 2023

En qué terminó el juicio por un terrible caso de abuso en una fiesta de estudiantes del año pasado

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El 1 de agosto del 2022, Martina Fernández, hoy de 18 años, fue violada por dos jóvenes en una fiesta con compañeros de colegio. Los llevó a juicio y, casi un año después, se conoció el fallo de la Justicia.

La chica, alumna del colegio San José, había ido a una casa con quincho y pileta de la familia de una de sus compañeras, donde se hizo un festejo por las últimas vacaciones de invierno, dado que todos cursaban el último año de secundaria.

En esa fiesta casera, en momentos donde no había controles de adultos, se encontró padeciendo una horrible situación: dos jóvenes la mantuvieron cautiva en un baño y aprovecharon de que estaba muy alcoholizada (ellos proveyeron toda la noche el alcohol) para pasar de lo que era un encuentro consentido de besos con uno, a una situación que ella no pudo evadir entre ese joven y un amigo suyo. Uno era un compañero de su curso, un joven de nombre Davor Lucero; y el otro fue Alan Franco Abbondanza, amigo del primero, pero que no era alumno de la institución educativa.

Lo cierto es que, tras aquel aberrante episodio, Martina le contó lo sucedido a su familia y radicaron la denuncia penal correspondiente, dando origen a una investigación que tuvo elementos clave para que, en menos de un año (un corto tiempo para lo que suelen llevar este tipo de causas), se llegara a un fallo.

Unos meses después del hecho, tanto Lucero, como Abbondanza, fueron detenidos. En el proceso de investigación hubo elementos probatorios claves que permitieron el rápido inicio del juicio, en abril de este año. Uno de los más importantes es, sin dudas, el que aportó Martina: tras la violación, la chica estuvo una semana hasta que se animó a contárselo a sus padres, pero guardó la ropa que usó esa noche y la misma fue peritada. Los resultados, según comentó la familia, fueron contundentes: contenía ADN de los jóvenes acusados.

También ella fue sometida a las pruebas de Cámara Gessell, que probaron que había sido abusada sexualmente. Otra de las pericias claves de la causa, fue la apertura de los celulares de los jóvenes acusados, en los que se hallaron mensajes de WhatsApp donde se pudo probar que habían participado del hecho, por el cual estaban preocupados posteriormente. También se pudo comprobar que Martina fue filmada por un celular mientras era abusada y aunque no se habría podido conseguir la filmación, sí hubo registros de que se divulgó un sticker de WhatsApp que contenía un fragmento de ese video, algo que aportó a establecer la culpabilidad de los jóvenes.

Además, se tomaron más de una treintena de declaraciones testimoniales en función de los que se recabó información para establecer lo sucedido y pese a que pocos declararon en favor de la víctima, fue suficiente caudal para que el tribunal dé su fallo condenatorio. Así, en los Tribunales de Mercedes se desarrolló el juicio donde la Justicia definió condenar a Davor Lucero y a Alan Abbondanza a 7 años de prisión.

Según el padre de la víctima, la abogada y actual concejal del Frente de Todos, Ana Mottino, representó a Martina Fernández por la vinculación con el intendente, quien había hablado en su oportunidad con la familia que carecía de recursos suficientes para todo el proceso y ella contó a La Posta que se trata de un fallo que la defensa de los acusados puede apelar. De todos modos, es un fallo muy llamativo por la velocidad en la cual se logró obtener la evidencia suficiente para llegar a una elevación a juicio y con condena, más aún, siendo entre los que, en ese momento, eran menores de edad.

Mottino aseguró que tanto el proceso judicial logrado como la palabra de la víctima (que habló en el Podcast "Contame La Posta"), son muy importantes para la difusión de estos hechos, la concientización y prevención y también para que muchas otras víctimas tomen el ejemplo de Martina de tener el coraje de hablar al respecto, incluso frente a aquellos que pudieran mirarla de manera despectiva.

 

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FERRETERÍA ROVI